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Crítica:FLAMENCO
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Lo que no puede ser no puede ser

Fue el Guerra quien lo dijo, me parece: "Lo que no puede ser no puede ser, y además es imposible". El flamenco en el Palacio de los Deportes no puede ser, decididamente, y si además ponemos un amplio sector del público camaronero, imposible. Porque en ese recinto para pruebas multitudinarias -sean deportivas o músicales- lo jondo se queda como gallo en corral ajeno. La megafonía permite que se oiga, sí, pero es tremenda, kilovatios a tope, decibelios hasta la exasperación.Yo diría que lo que llega al sufrido espectador es ya otra cosa, que igual despierta los entusiasmos de la audiencia, pero otra cosa. Lo que ocurre es que se trata de las fiestas de San Isidro, que se ha hecho ya tradicional este festival flamenco, que los precios son decididamente populares, que tiene que venir Camarón y que gran parte del público que arrastra Camarón es bullicioso, indisciplinado, casi diría impertinente. O sea, que no puede ser, pero tiene que ser.Poner a Paco de Lucía en la primera parte no sé si fue un error de programación o un caso flagrante de mala idea hacia él. Porque esa parte del público a que me estoy refiriendo va a oír a Camarón, y el toque de Paco le trae al fresco; en años anteriores lo hemos observado, que una vez escuchado Camarón un número considerable de espectadores comienza a desfilar, y quienes se quedan pueden disfrutar del resto del espectáculo con un relativo sosiego que se agradece. No ocurrió así esta vez, y pasó lo que tenía que pasar: que en un momento Paco hubo de pedir un poco de silencio porque no se escuchaba él mismo ni para afinar la guitarra. Así que hizo el concierto que pudo hacer.

Paco de Lucia, La Susi y Camarón

Paco de Lucía en concierto, con Ramón de Algeciras (guitarra), Pepe de Lucía (cante y guitarra), Manolito Soler (baile), Rubén Dantas (percusión), Jorge Pardo (flauta y saxo), Carles Benavent (bajo). La Susi, con grupo. Camarón de la Isla, con Tomatito a la guitarra. Palacio de los Deportes. Madrid, 14 de mayo.

Marcha y percusión

Mucha marcha, mucha percusión, mucho picado en las cuerdas. El cante excelente, también necesariamente gritado, de Pepe de Lucía, y el baile extraordinario de Soler. Más los intentos en solitario del maestro, siempre eminente, genial en la taranta.Susi es una cancionera'que gusta. Tiene voz con cuerpo y con rajo, pero todo lo que hace está en la misma línea y termina resultando monocorde.Camarón hizo lo que se esperaba de él. Con una voz insólitamente fresca, se volcó. Por tarantos, por bulerías, por tangos, estuvo a su altura. Que ya es decir

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