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America Latina pretende acabar con la via de la renegociación continúa de la deuda externa

Joaquín Estefanía

El agotamiento de la vía de las renegociaciones continuas de la deuda externa (cerca de 400.000 millones de dólares) ha calado, casi unánimemente, en los países latinoamericanos que buscan nuevas fórmulas de solución a su creciente endeudamiento. El último ejemplo es el brasileño. Entre estas fórmulas destacan las de condicionar el pago al porcentaje de las exportaciones o del producto interior bruto (PIB); distinguir entre deuda vieja y deuda nueva, alterando los tipos de interés, y reducir el principal de los créditos, capitalizando deuda.

Los países latinoamericanos, a través del Grupo de Cartagena, volverán a dirigirse este año a los jefes de Estado, que se reunirán en Venecia el próximo mes, para exigirles una negociación política conjunta entre países acreedores y deudores.El secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), Norberto González, ha estado en Madrid participando en el seminario sobre las ideas de Raúl Prebisch, cuyas ponencias serán publicadas en la revista Pensamiento Iberoamericano. La CEPAL es una de las organizaciones más representativas de la zona, y Norberto González, su cabeza. González ha comentado con EL PAIS la situación económica de la región latinoamericana y adelantado una noticia: que los países de América Latina, a través del Grupo de Cartagena, volverán a exigir a las naciones más ricas del mundo, reunidas en Venecia a primeros del próximo mes, una negociación política sobré la deuda externa.

"Hasta ahora", explica González, "los países ricos no han dado ninguna respuesta efectiva a nuestras peticiones. Sólo declaraciones explícitas de comprensión. Quizá la única manifestación concreta de su atención ha sido el plan Baker". Sin embargo, la situación va acelerándose, ya que "la perspectiva de los países acreedores de un arreglo espontáneo ha fracasado".

Tres variaciones

Según el funcionario de la CEPAL, los países latinoamericanos están hastiados de las continuas renegociaciones de la deuda externa que no conducen más que a la postergación del problema. La última respuesta a este cansancio es la de Brasil. La CEPAL está elaborando una nueva estrategia general, que hasta ahora no se ha hecho pública, pero que cuenta prácticamente con la unanimidad de los deudores. En sus líneas básicas, la éstrategia cuenta con las siguientes variantes:- Condicionar el pago de la deuda extema a algún dato maeroeconomico significativo. Por ejemplo, al valor de las exportaciones, como ha hecho Alan García, o al producto interior bruto, como propuso Brasil.

- Reducción de los tipos de interés de los créditos, ocurra lo que ocurra en los mercados internacionales con el precio del dinero; distinción de la deuda vieja y la deuda nueva, de forma que los bancos no pierdan dinero, pero tampoco lo ganen como hasta ahora. Hay que tener en cuenta que cada punto de rebaja en los tipos de interés supone un ahorro de 2.500 millones de dólares (las transferencias netas de la región al exterior en los últimos cinco años. superaron los 130.000 millones de dólares).

- Reducción del principal de la deuda, sustentada en el hecho de que en el mercado secundario de venta de los créditos ya hay quitas importantes. Es preciso reconocer que la deuda ya no tiene el valor original, por lo que se trata de darle su justo valor, lo que reduciría paralelamente los intereses. Un organismo internacional haría de árbitro valorador. La variante de la capitalización de la deuda es positiva, siempre que no sea masiva, en cuyo caso aceleraría los procesos inflacionistas y significaría, de hecho, la venta del país que haga la operación.

Unanimidad

Según Norberto González, este programa todavía no está a la vista. Está siendo elaborado en la CEPAL, pero también participa de él el Grupo de Cartagena (formado por los Gobiernos de los países más endeudados de la zona), Alan. García y el anterior ministro de Hacienda brasileño, reci entemente dimitido, Dilson Funaro. Para González, la reciente suspensión de pagos de Brasil es el ejemplo más claro de esto; Brasil busca un cambio en las negociaciones, no que se congele otra vez el problema, sino que se avance en las fórmulas de alivio. "Lo que sucedió en México en 1982 y en 1986 mejoró las condiciones no sólo de México, sino del resto de América Latina.Por último, el secretario general de la CEPAL comentó la postura de Fidel Castro ante la deuda externa, reiterada en la reciente reunión en La Habana del Grupo de los, 77: "Cuando Fidel dice que no hay que pagar, puede interpretarse en dos sentidos: que no se pague del todo o que no se pague en estas condiciones. Cuando se dice que no se pague se está hablando de los intereses, ya que él principal hace mucho tiempo que no se paga. Yo creo que Fidel se refiere a la segunda interpretación. La postura de Castro no está tan lejos de las del resto; son distintas graduaciones de lo mismo".

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