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Crítica:CANCIÓN
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Se ha escapado de un libro

Seguramente Ricardo Solfa pasará a la posteridad como uno de los impostores más delicados, melancólicos y tiernos de los últimos tiempos. Solfa es un espía a sueldo del corazón, un agente secreto que se va infiltrando poco a poco en el alma de los espectadores y al final del concierto se ha apoderado por entero de ellos.Sale al escenario con el talante austero de un asceta, y permanece estático y tembloroso durante todo el espectáculos. Si todas las estatuas fueran como Ricardo Solfa, el mundo sería una fábrica de delirios de amor, porque este espía está especializado en los asuntos cotidianos y en los desvaríos de la imaginación. Tras esa sobria imagen vestidade terciopelo negro se esconde un volcán de pasiones. Su aspecto conscientemente desvalido y solitario puede que sea otra impostura más: Ricardo Solfa no es un solitario porque tiene el corazón de un ser a la búsqueda dsesperanzada del sosiego imposible. El mismo declara sin ambages en una de sus canciones: "No puedo ser feliz; no te puedo olvidar". Posiblemente en esa frase esté la clave para entender la locura de Ricardo Solfa, que es una locura de amor, como la de doña Juana.

Ricardo Solfa

Recitados, Marina Martínez.Teclados, Ricardo Rauet. Piano, Armando Pelayo. Bajo, Manolo Ferrándiz. Batería, Francisco Rodríguez. Teatro Albéníz. Madrid, 8 y 9 de mayo.

Solfa ha elegido el bolero como forma de expresión. Es decir, que se adentra en los terrenos resbaladizos, sensuales y libidinosos de las mentiras verdaderas que conforman la vida de todos aquellos que están heridos de amor. Pero éstos son capaces de sublimes osadías no exentas de sutil sentido del humor: "Vengo a pedirte la mano, por si acaso. Si dices sí, contigo me caso; si dices no, me convierto en árbol". Junto a temas popularizados tiempo ha por Gloria Lasso (Luna de miel), Bonet de San Pedro (Carpintero, carpintero) o Lorenzo González (Te has escapado de un libro), Solfa interpreta temas compuestos por otro espía inquietante, Armando Llamado, que se negó a salir a saludar cuando una parte del público pedía su presencia en el escenario. Solfa, en cambio, sí que salió, azuzado por el entusiasmo de sus seguidores, y hubo de hacer tres bises.

La voz de Ricardo Solfa tiene todo el tamblor de los que están perdidamente enamorados, pero sabe conjugar matices muy variados magistralmente: tiene algo de Serrat, algo de Juanito Valderrama, algo de Bonet de San Pedro, algo de Julio Iglesias y mucho de aquel cantautor que desapareció sin dejar rastro, Jaume Sisa.

Paquito Clavel, que acudió al concierto disfrazado de torero con gafas de motorista, inventó un nuevo nombre para el espía Solfa: habida cuenta de la musicalidad del apellido, Clavel defiende que desde ahora debe ser llamado Ricardo Re-La-Mi-Do.

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