El CSD es partidario de implantar el control 'antidoping' de forma rigurosa en el fútbol

El Consejo Superior de Deportes (CSD) es partidario de que se implante el control antidoping en el fútbol español, porque protegería al deportista, pero de forma ejecutiva, rigurosa, con un reglamento, no a nivel informativo, como ha planteado hasta ahora la Federación Española. Ésta, sin embargo, se mostró ayer decidida a su puesta en marcha de inmediato, "siempre que cuente con el apoyo del CSD". La revista Interviu publica esta semana un sondeo según el cual el 72% de los jugadores encuestados de Primera División -170 de los 360 profesionales- afirma que existe doping en el fútbol español.

La encuesta se ha elaborado con las respuestas anónimas de 170 futbolistas de los 360 totales -es decir, el 47%-, hechas a petición de la revista, tras cartas dirigidas hace un mes al capitán de cada plantilla. Por su parte, el madridista Juanito (véase EL PAIS de ayer) declaró: "En el fútbol español hay doping. Ha existido, existe y existirá mientras no se hagan controles. La gente se juega miles de duros en cada partido, y porque te den un café o te pinchen lo que sea eres capaz de poner un brazo y hasta la boca sin preguntar".Fernando Sánchez Bañuelos, director del Instituto de Ciencias del Deporte, dependiente del Consejo Superior de Deportes y máximo responsable -entre otros temas- de los controles, opina que el fútbol debería tenerlos, como su cede en otros deportes. De esa forma se protegería la salud de los jugadores, pues muchos de los que reconocen, haberse dopado lo hacen para no sentirse en inferioridad con los demás. "Nuestro criterio, sin embargo", añade Sánchez Bañuelos, "es que el control debe ponerse a nivel ejecutivo, con una reglamentación que ahora no existe y que necesita dos cosas: en primer término, qué sustancias deben prohibirse, para lo cual puede cogerse cualquier lista de los organismos que ya la tienen, como el Comité Olímpico Internacional, En segundo lugar, qué sanciones deben imponerse a los infractores".

La Federación Española señaló ayer que está decidida a implantar el control inmediatamente y que el asunto se le planteó ya al Secretario de Estado para el Deporte, Javier Gómez-Navarro, durante su estancia en Bucarest, con motivo del partido Rumanía-España. El secretario ya recordó la inexistencia de un reglamento.

El doctor Carles Bestit, jefe le los servicios médicos del F. C. Barcelona, considera inútil el control antidoping. "Está demostrado que los deportistas se dopan poquísimo y los futbolistas no son una excepción. En cada Mundial existe control antidoping y los casos positivos son escasísimos". Para Javier Clemente, entrenador del Espalol, sería inútil, "pues en cuanto se implantara los jugadores dejarían de drogarse".

Antonio Baró, por su parte, presidente de la Liga Profesional de Clubes, afirmó ayer que este organismo "no se opone a un control", aunque recordó que sería "incómodo y caro". Desde que Schumacher, portero del Colonia, publicara recientemente un libro sobre la existencia del doping en el fútbol de la RFA, han aparecido otras opiniones similares. Así, Juan José Iriarte, presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), afirma que el doping existe y que los jugadores no se atreven a denunciarle por temor a represalias. Manuel Velázquez, ex jugador del Madrid, recuerda en Interviú un partido contra el Borussia de hace aproximadamente 11 años. "Los vestuarios se comunicaban y vimos cómo jugadores alemanes utilizaban jeringuillas y se inyectaban por sí solos. Nos quedamos atónitos. En aquel tiempo estaba todavía Stielike. Se lo comentamos cuando vino al Madrid y nos dijo que las inyecciones eran para. infiltrarse. Nos pareció absurdo y no le creímos. Y a mí siempre me dio que pensar ese nerviosismo y ese no poder conciliar el sueño después de algunos partidos importantes".

Medidas en Francia

Los deportistas franceses de alto nivel podrán ser sometidos a pruebas de control antidoping de modo imprevisto durante sus entrenamientos, según una ley anunciada ayer por el ministro francés de Juventud y Deporte, Christian Bergelin. El ministro presentó ante responsables deportivos del país las directrices de una política de "disuasión" contra las sustancias estimulantes.

Según Bergelin, que desea situar este aspecto del deporte al nivel de los países escandinavos, "cualquier deportista puede entrenarse a base de estimulantes, dejarlos un tiempo antes de las grandes competiciones y luego dar negativo en el control".

Para coordinar esta nueva política antidoping, el ministro ha creado una comisión nacional de lucha contra las drogas en el deporte, constituida por 15 miembros representantes del Comité Olímpico Francés, el Estado, expertos en biología, deportistas de alto nivel, entrenadores y juristas. En 1986 el número de controles antidoping positivos registrados en Francia se elevó a 56, en relación con los 13 ocurridos el año precedente.