La iniciativa municipal sigue sin resolver la presencia de excrementos en las calles
Varias iniciativas municipales tendentes a resolver la presencia de excrementos de perros en las calles no han dado resultado. El reparto de pinzas y bolsas para que los propietarios de perros recojan los excrementos, las campañas de concienciación y la disposición de que los canes dispongan de lugares donde puedan hacer sus necesidades son, por ahora,ineficaces.
Francisco Javier Prieto, concejal de mantenimiento del Ayuntamiento de Madrid, es quien más está trabajando en esta lucha contra los excrementos de perros. Sin embargo, no tiene soluciones mágicas para este auténtico problema. Lo ha intentado todo, y sólo puede apelar a la conciencia de los dueños de perros -y a su educación- para acabar con esta molesta forma de contaminación. El reparto gratuito de bolsas y pinzas efectuado hace dos meses no ha tenido resultados positivos.El departamento que dirige Prieto ha llegado a la conclusión de que. con los, perros no hay quien pueda. Las anunciadas multas de 25.000 pesetas por cada can que se sorprenda en flagrante sólo se han impuesto en ocasiones muy excepcionales, y, según el concejal, resulta muy difícil llegar a imponer este tipo de sanciones por su propia naturaleza.
Los motivos que han propiciado la aparición de este problema son, según Prieto, la desaparición de las zonas terrizas en el centro de Madrid y el factor moda, que ha incrementado sensiblemente el número de propietarios de perros en los últimos dos o tres años.
De hecho, la población canina de Madrid se acerca a los 100.000 animales, que, lógicamente, han de satisfacer sus necesidades al menos una vez al día. Y esta operación la realizan en la vía pública, sin que muchos de sus dueños sientan el menorrecato cuando lo hacen ni lleven en la mano los correspondientes y obligatorios utensilios exigidos: escoba y cogedor.
Motos limpiaaceras
Este crecimiento de la población canina y la suciedad que produce motivó al concejal de mantenimiento pensar en dotar a sus servicios de una serie de motos limpiaaceras, pero el elevado precio de los aparatos y el de su explotación hizo que se desestimase la idea, que se utiliza en París.Según Prieto, el centro de Madrid, la zona que cuenta con mayor número de perros, precisaba 50 motos, que, utilizadas en doble turno, sólo podían pasar una vez al día por cada lugar. El coste de estas motos y su explotación alcanzaba los 500 millones al año, obteniéndose los mismos resultados que ahora se consiguen con 400 millones.
La mayoría de los perros de la ciudad habita en pisos céntricos, principalmente en las zonas de Centro y Salamanca.
De los casi 100.000 que se pasean por Madrid -es decir, uno por cada 30 habitantes-, 15.000 tienen menos de tres meses; 55.000 han recibido su segunda vacuna, son ya adultos; 10.000 cuentan con los servicios de un veterinario particular, aunque el Ayuntamiento los tenga censa dos. Hay 3.000 recién nacidos, 5.000 vagabundos y 3.000 perros que habitan en embajadas y, por tanto, no están censados por el Ayuntamiento.
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