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La inminencia de los careos hace crecer la expectación por el jmcio de la colza

JOSÉ YOLDI La inminencia de la celebración de los careos solicitados por algunos acusadores entre los principales procesados en el sumario de la colza ha contribuido a elevar la expectación sobre el juicio que se viene celebrando desde hace casi un mes en el auditorio de la Casa de Campo de Madrid. El inicio de los careos será anunciado al comienzo de la sesión de hoy, cuando el tribunal haga público el contenido de una amplia resolución adoptada durante los días de descanso de las sesiones, y que abarcará diversos asuntos.

Fuentes jurídicas competentes explicaron que el tribunal tiene la intención de que los careos se inicien esta misma semana, previsiblemente hoy mismo, después de que concluya la declaración del aceitero Enric Salomó, o, a lo más tardar, una vez que finalice el interrogatorio del siguiente procesado, el empresario catalán Ramón Alabart. La razón de que no se espere a que acaben los interrogatorios de todos los procesados para celebrar los careos estriba en que el tribunal no desea que se alejen en el tiempo de las declaraciones y contradicciones que los provocaron.El primer careo enfrentará al importador del aceite, Juan Miguel Bengoechea, con su cliente, Ramón Ferrero, gerente y copropietario de la empresa Raelca, de Alcorcón (Madrid). Juan Miguel Bengoechea ha afirmado que hasta mayo de 1981 no supo que el aceite para usos industriales que importaba de Francia era desviado al consumo humano por la empresa Raelca, y que cuando lo supo, cortó el abastecimiento.Ferrero, por el contrario, ha asegurado que Bengoechea se presentó como proveedor de aceites comestibles y no le informó de que el aceite que le suministraba estuviera desnaturalizado y no fuera comestible.

También se han solicitado otros careos entre los hermanos Bengoechea y los Ferrero, y Jorge Pich, ya que existen contradicciones en algunos extremos de sus declaraciones anteriores.

El tribunal cuenta ya con los escritos presentados por el fiscal, Eduardo Fungairiño, y la abogada Doris Benegas, representante de la Asociación de Afectados de Valladolid, en los que se ponen de manifiesto las más importantes contradicciones entre los acusados principales. Sin embargo, el primer abogado en solicitar un careo, José María Mohedano, no ha presentado todavía el pliego en el que se hacen constar las contradicciones. Este letrado anunció la demora, pues deseaba contar con el acta literal de las sesiones, en la que figuran las. manifestaciones exactas delos procesados, para contraponer unas con otras.

El tribunal tiene la intención de advertir a los acusados que intervengan en los careos que no se interrumpan unos a otros, para que la prueba "no se convierta en una pelea de gallos"

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La resolución adoptada por el tribunal y que será leída al comienzo de la sesión de hoy abarcará gran parte de las cuestiones planteadas al tribunal y que estaban por resolver.

Entre otros asuntos, se tratará sobre la fecha de citación de testigos y del orden en que comparecerán.

También se explicará el orden de declaración de los testigos, que se realizará según la relación que guarden entre ellos, y se tenderá a agotar los temas, por ejemplo, los testigos relacionados con Rapsa, empleados, transportistas del aceite, etcétera, iran seguidos.

En el acuerdo adoptado por el tribunal se incluye, entre otras medidas, un requerimiento al aceitero catalán Jorge Pich para que aporte la documentación que afirmó tener en su poder.

Al margen de la citada resolución del tribunal, los abogados de la acusación particular se han reunido para intentar aligerar las sesiones y evitar repeticiones en los interrogatorios. Los abogados temen, de seguir a este ritmo, que el juicio se prolongue indefinidamente, y ya hablan de renunciar a un importante número de testimonios, pues, según sus cálculos, el examen de la totalidad de los 2.500 testigos propuestos llevaría más de dos años. A pesar de esto, los abogados no llegaron a ningún compromiso formal.

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