_
_
_
_

Primera prueba material de que John Demjanjuk es 'lván el Terrible'

Un carné de identidad de las SS cambia la marcha del proceso que se sigue en Jerusalén contra un anciano mecánico norteamericano

El proceso que se desarrolla en Jerusalén contra John Demjanjuk, mecánico norteamericano de 67 años, acusado de ser Iván el Terrible, responsable de la muerte de miles de judíos durante la II Guerra Mundial en el campo de concentración de Treblinka, en Polonia, cobró un nuevo giro esta semana. El tribunal aceptó la autenticidad del carné de identidad emitido en 1942 por las SS nazis del campo de entrenamiento de Trawniki a nombre del acusado. La cuestión clave en este proceso es si Iván y John son la misma persona.

Este carné fue facilitado por la URSS a Israel gracias a la mediación del magnate norteamericano y judío Armand Hammer, gran amigo de los soviéticos. En el documento de Trawniki, campo de formación de auxiliares de las SS (fuerzas de seguridad del régimen nazi) aparece una foto de Iván, el nombre de Jon Demjanjuk, su firma y la del comandante del campo, M. Streibel, con fecha de 1942.La autenticidad del carné se estableció el pasado martes, tras reanudarse el juicio que había quedado interrumpido en razón de la fiesta de Pascua que celebran tanto cristianos como judíos. Expertos grafológicos intervenieron por parte de la acusación para dar su opinión sobre las firmas. Por parte de la defensa, actuó el segundo de los abogados norteamericanos, John Gill, también experto en grafología.

La defensa intentó demostrar que este documento era falso y había sido fabricado por el KGB (Comité de Seguridad del Estado) soviético. Pero el tribunal aceptó como válido el peritaje oficial de la policía israelí y otros testigos. Esta es la primera prueba material que se presenta contra Demjinjuk.

Un experto alemán

Antes de examinar las firmas, el fiscal israelí del proceso interrogó al profesor alemán Wolfgang Scheffler, especialista en crímenes de guerra nazis, sobre la foto ampliada de este carné de identidad.

El profesor Scheffler había anunciado con mucha convicción ante el fiscal: "Sería sensacional si se acabase demostrando que el documento es falso, porque en el curso de los últimos 20 o 25 años, en los que he estudiado casos parecidos, no he encontrado nunca un documento falso". Mark O'Connor, abogado norteamericano que dirige la defensa, presentó información sobre este testigo que confirma que nació en Leipzig (hoy perteneciente a la República Democrática Alemana) y que vivió muchos años bajo el régimen comunista.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Ante la pregunta de la defensa de por qué existe una diferencia de cinco centímetros entre la talla del acusado y la que viene indicada en el documento de Trawniki, el experto alemán replicó: "No es un elemento decisivo. Numerosos documentos de esa época presentan imprecisiones de este tipo. Además, eran corrientes las faltas de ortografia y de transcripción".

Cuando los supervivientes de Treblinka pasaron a declarar, la sala estaba a tope. Los israelíes, jóvenes y viejos, se quedaron fascinados por las palabras de los que habían sobrevivido a ese infierno. Escucharon descripciones gráficas de la fabrica de muerte en la que murieron más de 900.000 judíos. Los testigos fueron forzados por la defensa a incluir cada detalle de una experiencia grabada para siempre en sus memorias. Cuatro de los cinco supervivientes de Treblinka que han declarado en este proceso han reconocido formalmente a John Demjanjuk como Iván el Terrible.

Una mórbida curiosidad

¿Por qué los israelíes se interesan tanto por algo que pasó hace más de 40 años? Tal vez la respuesta se encuentre en su mórbida curiosidad por los horrores del campo de entrenamiento a la tortura de Trawniki. O quizás haya que buscarla en la profunda identificación de los israelíes con aquellas víctimas, aquellos millones de judíos que han sucumbido en Treblinka, Auschwitz, Dachau y tantos otros campos nazis de exterminio.Puede que esta fascinación de los israelíes por un asunto que se creían olvidado -y que la gente quería que fuese olvidado- refleje una conciencia tardía, pero indudablemente auténtica, del despertar del judío eternal que está obsesionado por su propio martirio.

Los que hablan del efecto de pedagogía del proceso de Demjanjuk estiman que el interés inesperado de los jóvertes israelíes por los shoa -los campos de la muerte enque una tercera parte del pueblo judío se dispuso a morir- expresa también su deseo de comprender lo incomprensible: cómo millones de judíos aceptaron la muerte sin protesta.

La generación de israelíes de los años ochenta está empezando a entender lo que las generaciones precedentes se negaron a admitir. La nueva generación comprende que lo que es incompretisible es que a pesar de todo hubiera revueltas esporádicas en los guetos y en los campos de exterminio de los judíos.

Los jóvenes israelíes por fin se dan cuenta de que ningún otro pueblo hubiera reaccionado de la misma manera que la mayoría de los judíos que han sido deportados, degradados día tras día, matados de hambre y aislados completamente del mundo exterior.

Pero curiosamente, antes de las vacaciones de Pascua, los asientos del público en el tribunal de Jerusalén donde se celebra el proceso contra John Demjanjuk habían quedado vacíos, prueba muy clara del desinterés de los israelíes por este asunto.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_