Los islandeses deciden hoy si llevan al poder a los socialdemócratas

Algo más de 17 1.000 ciudadanos islandeses concurren hoy a las urnas para elegir, entre los 10 partidos que se presentan, los 63 diputados que integrarán el Parlamento (Altingen) para los próximos cuatro años. De acuerdo a las encuestas previas, la actual coalición de centro-derecha, integrada por el Partido de la Independencia (conservador) y el del Progreso (agrario) podría ser sustituida por otra, aunque encabezada esta vez por los socialdemócratas. Pero la, presencia de tres nuevos partidos y las peculiares combinaciones que suelen darse en Islandia para la formación de Gobierno, que no excluye que izquierda y derecha se sienten juntas en un mismo gabinete, relativizan dichas previsiones.La política económica de tipo neoliberal aplicada por la coalición actual de Gobierno, la presencia militar norteamericana en la isla y las denuncias de corrupción de funcionarios del Estado son los temas que han dominado la campaña electoral.

Algunos hechos contribuyen a realzar la importancia de estas elecciones en un país de apenas 250.000 habitantes y poco más de 100.000 kilómetros cuadrados de territorio, aislado geográficamente. Esta ubicación geográfica, a mitad de camino entre los continentes europeo y americano, es, sin embargo, la que le da una posición privilegiada de control sobre los movimientos marítimos de la región, acaso la razón principal de que la atención internacional no descuide cualquier cambio político que pueda afectar la situación interna, y por ende los intereses estratégicos de las grandes potencias en la región.

A otras peculiaridades del país ampliamente conocidas, como la de tener la única mujer del mundo presidenta del país, o la de que un primer ministro amenace con renunciar y exiliarse si no se le permite mantener su perrita en su casa de Reikiavik, Islandia agrega ahora la singularidad de un movimiento político integrado exclusivamente por mujeres. La lista feminista, que hizo su aparición en la escena política en las pasadas elecciones de 1983, obtuvo entonces un 5,5% de los votos, lo que le permitió ocupar tres escaños en el Parlamento. Los pronósticos le asignan ahora por lo menos el doble de votos y, consiguientemente, la posibilidad de seis a ocho escaños, y lo que es más aún, la de una eventual participación en el Gobierno de coalición que inevitablemente surgirá de las elecciones.