Gestión de Alcalá-Meco

Es curioso observar cómo el día 5 de abril de 1987 su periódico - publicaba una carta firmada por el interno de este centro Manuel Muner Sorazu, acusado, que no condenado, de colaboración con la banda armada ETA, carta que fue contestada por esta dirección en fecha 10 de abril de 1987, y cómo ahora, en su edición del 21 de abril de 1987, aparece otra misiva firmada por Elena Calcerrada Forniels, hermana de dos internos, que fueron de este centro, acusados de pertenecer a los GRAPO.Entrar ahora a analizar el contenido de la misma, por otra parte llena de inexactitudes y falsedades, no me parece, cuando menos, prudente, por cuanto sería entrar en polémica y en una serie de réplicas y contrarréplicas que sólo beneficiarían a quien toma cualquier disculpa como posibilidad de atacar a las instituciones del Estado.

¿Cuándo aprenderán, me pregunto, tantas personas y grupos sociales, léase AFAPP, ETA, GRAPO, etcétera, que ellos no tienen el marchamo de calidad y el poder de otorgar la denominación de origen a la democracia y a las instituciones que conforman este Estado democrático?

Es buena, sin embargo, la ocasión para ofrecer a la opinión pública otro análisis de mi gestión al frente de este establecimiento, dado que de él me hice cargo en fecha 27 de julio de 1985, análisis que en breves palabras es fácil de comprender: desde la inauguración de este centro, en el año 1982, siete internos han fallecido en el mismo por causas violentas, agresiones entre internos o suicidio, o como resultado del consumo de drogas; pues bien, desde la fecha en la que indico que estoy al frente de este centro, ningún interno ha fallecido por ésas ni por otras causas. Ello, además de dar cumplimiento al artículo 3 de la ley orgánica General Penitenciaria, es todo un orgullo personal y profesional y un buen broche final a mi labor en la dirección de Alcalá-Meco. Mis andaduras profesionales me llevarán en un futuro próximo a dirigir el Centro Penitenciario de Hombres de Barcelona, conocido popularmente como la Modelo, en el que me conformaría con el mismo resultado en Meco conseguido, y que aquí ha sido posible gracias al buen hacer de una plantilla de funcionarios jóvenes y profesionales y al saber estar (con muy pequeñas excepciones) de los 350 internos comunes que aloja este centro, lo que siento no poder afirmar de los 100 internos terroristas que también se alojan en este establecimiento (por su puesto, con excepciones también). Pero que estos últimos no hayan colaborado no es extraño, es simplemente lo esperado.

Como puede verse, el balance de gestión que puede hacerse es otro muy distinto al que hace la remitente de la carta. Ella, por otra parte, se refiere a denuncias; pues sí, las hubo, y en número importante, pero ninguna prosperó ni administrativa ni judicialmente, y es otro orgullo, éste el final, el saber que los que tienen que fiscalizar mi gestión, que son tanto mis superiores jerárquicos en la Administración del Estado como el poder judicial, la aprueban, lo que quiere decir que, pese a quien cree estar en poder de la denominación de origen de la democracia, y de quien se cree iluminado y en poder de la única verdad, funciona el único poder legítimo: el de las urnas.- Director del centro penitenciario de Alcalá-Meco.