La banca extranjera rechaza el plan de viabilidad de FECSA y mantiene sus amenazas sobre las eléctricas

La banca extranjera instalada en España rechazó ayer el plan de viabilidad de Fuerzas Eléctricas de Cataluña (FECSA) -presentado a lo largo de los días anteriores por su presidente, Luis Magaña-, y reiteró, en la primera reacción formal a la suspensión de pagos de intereses de la compañía, su amenaza de no facilitar dbwo fresco a las empresas eléctricas españolas "hasta que se resuelva de manera satisfactoria el caso FECSA". Los bancos han sido convocados a dos reuniones, una a celebrarse el día 6 de mayo en Londres (acreedores en divisas) y otra en Madrid, dos días después, para los acreedores en pesetas. Mientras, la compañía se está retrasando en el pago a algunos de sus proveedores, entre ellos la eléctrica pública Endesa.

Los bancos extranjeros instalados en España celebraron ayer la primera reunión monográfica sobre el caso FECSA desde que esta empresa viera suspendida hace dos meses su cotización en Bolsa y, días después, anunciara la suspensión del pago de los intereses en su deuda bancaria. En la reunión, celebrada en el marco del grupo cuarto de la Asociación Española de Banca (AEB), se escuchó un informe del presidente del comité restringido, Luis D'Aurelles de Paladines, representante del Bank of América, que días antes había recibido del propio Magaña información sobre el plan de viabilidad de la compañía.Pese a que la mayor parte de los bancos acreedores de FECSA no había recibido aún el télex en que la empresa comunicaba su plan, y mucho menos un folleto explicativo más amplio del mismo, la información del comité ampliado (los nueve bancos del restringido más otros cinco) fue suficiente para inducir a tomar una posición cautelar caracterizada por su dureza, que se adoptó por unanimidad. Luis D'Aurelles fue encargado de hacer de portavoz.

Algunos bancos extranjeros, especialmente los que como el Chase Manhattan han comprado una entidad nacional y han adquirido compromisos a largo plazo en España, se abstuvieron de enviar a sus representantes de más alto nivel a la reunión, en una decisión que se interpretó por algunos de sus colegas como un desmarque de las decisiones formales que allí podrían adoptarse. José Pemán, presidente del Chase en España, se estima además que asesora indirectamente a la compañía FECSA. Otros bancos con riesgo en las eléctricas tampoco estuvieron presentes durante toda la duración del encuentro.

Rechazo unánime

Sin embargo, la posición de ayer fue unánime en el rechazo de los aspectos del plan que más perjudican a las entidades de crédito, En concreto, se decidió no aceptar la sugerencia del plan de la compañía para establecer un diferencial negativo (casi 2,1 puntos en operaciones en pesetas y 1,5 puntos en las realizadas en divisas) en la reestructuración de la deuda bancaria, situada en torno a los 300.000 millones de pesetas, así como la intención de FECSA de no pagar principal hasta 1994. Se sugirió, por el contrario, renegociar la deuda sobre la base del coste del dinero para los bancos (el interbancario, en su mayor parte, de Madrid y, Londres) o, por lo menos, mediante operaciones que no tengan un impacto negativo en cuenta de resultados.

Asimismo se descartó realizar una operación jumbo de unos 1.500 millones de dólares que simplificara y unificara el endeudamiento exterior de FECSA (157.000 millones de pesetas). Y, por último, se sugirió, como fórmula alternativa, un alargamiento de los plazos de pagos, dentro del espíritu contable del nuevo marco general que el Gobierno instrumenta para las eléctricas.

Otra importante decisión de los bancos fue recordar al Gobierno y al sector eléctrico los efectos negativos que podría tener sobre la futura financiación de las eléctricas una renegociación con FECSA en las condiciones marcadas por su plan de viabilidad. En este sentido, los bancos reiteraron su amenaza de limitarse a mantener activas las operaciones crediticias en curso con el sector, sin involucrarse en otras nuevas, "hasta que se resuelva satisfactoriamente la crisis de FECSA".

Un portavoz cualificado de la banca extranjera manifestó que "es indudable que hasta que el caso FECSA no entre en vías de solución, sin quitas de intereses y mucho menos de principal, toda la financiación fresca para el sector, se verá afectada". Para otro representante, las empresas eléctricas que quieren realizar operaciones nuevas tendrán que pagar un premium, o coste añadido".

Según algunas fuentes, algún banco acreedor, sin sucursal en España, estudia en estos momentos presentar un ejecutivo de cobro de su deuda. Tal acción llevaría a la compañía a la supensión de pagos, lo que ayer no se descartaba en círculos próximos a la. empresa.

A última hora de ayer, Luís Magaña presentó a la Prensa en Barcelona los aspectos más llamativos del plan, del que dijo que permitirá ahorrar a la sociedad una cifra próxima a los 130.000 millones de pesetas durante los próximos cuatro años. Estos ahorros se derivan de las reducciones de pago de intereses (50.000 millones); 14.000 millones por ventas de filiales; 32.000 millones de ingresos por compensaciones; 25.000 millones por mejora de gestión; 9.000 millones por efecto financiero de ampliación de capital, que incluye los 18.000 millones de aportaciones del sector. Magaña predijo un periodo entre seis y ocho meses de negociaciones con la banca y dijo que su plan, que ya ha pasado el filtro del Gobierno, todavía requiere la aprobación del sector.