Sanciones a presos
En la carta del director de la cárcel de Meco que publicó el pasado día 10 de abril EL PAIS leo cómo este señor anuncia su intención de sancionar a un recluso por haber expuesto unos hechos en este periódico. Me pregunto qué mayor sanción se le puede imponer a una persona ya castigada a permanecer 23 horas al día encerrado en una celda de dos por tres metros. Y me preocupa porque recuerdo las declaraciones de este señor en las jornadas sobre Las prisiones, organizadas por el Grupo de Abogados Jóvenes, donde manifestó que el funcionario de prisiones no tiene que avergonzarse por su papel coactivo y represivo, ni por utilizar la porra eléctrica o el spray tóxico, ya que "es legal, y no me avergüenza decir que se usa". Tengo presentes las denuncias realizadas por presos, familiares y abogados de las palizas y malos tratos recibidos en ese centro. No se me olvida que en esa misma cárcel, y tras permanecer dos meses sancionado en aislamiento, "sé suicidó" el preso político vasco Joserra Goikoetxea. Por último, no puedo olvidar que dicho director sancionó a 34 familiares y amigos de presos políticos del Partido Comunista de España Reconstituido (PCEr) y los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) -entre ellos, yo- por unos hechos ocurridos el 1 de junio de 1986, cuando, fuera de los muros de la cárcel, nos manifestamos en petición de amnistía para los presos políticos. Este señor, haciendo de funcionario, policía y juez, nos condenó a tres meses sin poder visitar a nuestros familiares y puso contra nosotros una querella por "apología del terrorismo". El juez de vigilancia levantó esta sanción por considerar que no se puede aplicar el reglamento penitenciario a personas en libertad, pero nosotros ya no pudimos ver a nuestros familiares en el tiempo que estuvieron en esa prisión, y ellos realizaron una huelga de hambre de 12 días como protesta.Si este señor sanciona a los presos y a nosotros por expresarnos libremente, si además se nos denuncia por "apología del terrorismo" por pedir amnistía, mucho me temo, señor Cebrián, que, si decide publicar esta carta, haría bien en seguir los consejos que le da el señor Martínez Cadarso y contraste antes todo lo que digo, no sea que le denuncie también por apología de quienes "divulguen noticias y datos falsos con la intención de menoscabar la buena marcha regimental del establecimiento penitenciario".
Claro que hay que pensar que si este señor se atribuye todas esas funciones se debe a que se encuentra respaldado por la política represiva de la que hacen gala los señores del PSOE.-
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