60 heridos y 70 detenidos en Buenos Aires al término del Ríver Plate-Boca Juniors

El encuentro clásico del fútbol argentino entre el River Plate y el Boca Juniors acabó el lunes por la noche en empate, 1-1, y con un escándalo dentro y fuera del campo. Al término del partido, los jugadores del Ríver se abalanzaron sobre el colegiado, Francisco Lamolina, para reclamarle e insultarle por un penalti no sancionado dos minutos antes del final. La policía tuvo que intervenir para protegerle, mientras hinchas del Ríver invadían el terreno. A la salida del estadio fueron detenidos 70 fanáticos de los dos equipos, hubo 60 heridos y un espectador murió tras una crisis cardiaca.

El choque entre los dos históricos del fútbol argentino había despertado una expectación inédita en los últimos años. El Boca marchaba líder de la clasificación junto con el Rosario Central, tras una serie de ocho victorias desde que César Menotti asumió el cargo de entrenador del equipo. El Ríver Plate, por su parte, tenía en este partido la oportunidad de vencer y recuperarse así de una temporada irregular. Su hinchada exigía un triunfó sobre el Boca Júniors para eliminar a su gran rival de la lucha por el título de Liga cuando sólo faltan dos jornadas para terminar el campeonato.El público, 80.000 personas, colmó el estadio del Ríver dos horas antes de que comenzara el partido, y desde entonces las hinchadas se dedicaron a quemar banderas de su rival. Los restos encendidos eran arrojados ¡uego desde las tribunas altas hacia las plateas bajas.

Cuando faltaban dos minutos para terminar, Higuain, defensa de! Boca, desvió en la línea de su portería un balón impulsado por Hernández. El público y los jugadores del Ríver pidieron inmediatamente penalti. El balón había dado claramente en el brazo del defensa del Boca, pero el árbitro aclaró luego que no encontró intencionalidad en la mano.

Al concluir el partido, los jugadores del Ríver continuaron discutiendo con el colegiado sobre sus polémicas decisiones. La policía protegió a los jueces y dispersó a los jugadores. Hinchas del Ríver saltaron al césped, mientras otros hacían hogueras en las gradas. Los bomberos también tuvieron que intervenir.

A la salida del estadio se produjeron carreras y enfrentamientos entre las hinchadas. Ayer aún quedaban unos 70 detenidos pendientes de ser identificados, y en los hospitales cercanos al estadio fueron atendidos hasta 60 heridos.

El partido resultó atractivo, tenso y emocionante. Los dos equipos arriesgaron desde el comienzo y crearon peligros constantes frente a las porterías contrarias. El Ríver se puso en ventaja a los 16 minutos de la primera parte, cuando el uruguayo Alzamendi aprovechó un error en la defensa del Boca para batir al legendario portero, Hugo Gatti.

Gol anulado

En la segunda parte se produjeron las jugadas más discutidas por los jugadores y el público. Antes del supuesto penalti no sancionado, a los 19 minutos Boca logró igualar el marcador con un espectacular remate de su goleador Jorge Rinaldi. Diez minutos después, cuando ya se acercaba el final, entre el griterío incesante del público, Alzamendi marcó un gol que el árbitro dio por válido en principio, pero luego anuló tras consultar con su juez de línea. Allí comenzaron las protestas de los jugadores de ambos equipos, y en cinco minutos el árbitro expulsó a Alzamendi, del River, y a Abramovich, del Boca.Tras esta jornada es líder Rosario Central, con 46 puntos, uno más que Boca Júniors. Independiente y Newell's Old Boys tienen 44. Quedan dos jornadas para el final.