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Francia ha tenido durante 10 años un 'topo' soviético en su servicio exterior

Un funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores francés identificado después de su muerte como agente del KGB soviético había enviado durante diez años a la Unión Soviética datos secretos considerados "muy importantes", según informaciones no oficiales.Este agente, reclutado por el KGB en 1973 o 1974, cuando trabajaba como cifrador en la Embajada de Francia en Damasco, se llamaba Abrivard (su nombre no ha sido precisado). Murió de un cáncer en septiembre de 1984, cuando se encontraba destinado en Viena y esperaba su traslado para la Embajada francesa en Londres. Hasta un año después de su muerte no se le identificó como espía soviético gracias a investigaciones del servicio de contraespionaje francés.

Durante 10 años, este espía, clasificado como kr en el seno del KGB (lo que, según los especialistas, supone que era un agente importante), pudo transmitir a la URSS informaciones de gran importancia y ocasionar daños también muy relevantes. Como cifrador tenía acceso a los códigos del Ministerio francés de Asuntos Exteriores y a todos los mensajes emitidos o transmitídos por las embajadas en las que trabajó.

El espía había sido un elemento esencial en representaciones de Francia en Oriente Próximo (Líbano y Arabia Saudí, además de Siria), destinos considerados sensibles, por los que circulan informaciones importantes, no solamente de carácter regional, sino de interés general.

Según informaciones de buena fuente, este espía no había trabajado para los soviéticos por razones ideológicas sino a cambio de importantes sumas de dinero.

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