Simón Peres propone Toledo como lugar para el diálogo sobre Oriente Próximo

El viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Simón Peres, manifestó, durante su visita privada de ayer a Toledo, su satisfacción por encontrarse en la "ciudad de la tolerancia". Peres, que vino acompañado del embajador israelí, Samuel Hadas, señaló que se sentiría complacido si Toledo fuera lugar de encuentro del diálogo sobre Oriente Próximo, y recordó que Toledo es un lugar de "calles estrechas, pero de espíritus anchos".

El ministro israelí recibió por parte del alcalde, el socialista Joaquín Sánchez Garrido, la primera medalla de oro de la que fuera ciudad de las tres culturas y que conmemora la declaración de Toledo como patrimonio de la humanidad por la Unesco en noviembre de 1986.Toledo, que albergó durante la Edad Media una comunidad importante de judíos y que vivieron casi en perfecta armonía con el pueblo árabe y cristiano desde el siglo XVIII al XIV, acogió durante cerca de tres horas al mandatario israelí y donde tuvo oportunidad de recorrer sus calles, visitar sus dos sinagogas, la del Tránsito y Santa María La Blanca, enclavadas en lo que antiguamente fue la judería toledana.

En el ayuntamiento de la ciudad fue recibido sobre las diez de la mañana por el alcalde, quien además de la medalla le obsequió con dos tomos del libro Toledo en la mano para que "conozca mejor la ciudad", manifestó Sánchez Garrido.

El ministro israelí, que manifestó que las relaciones culturales entre Israel y Toledo "son muy buenas", destacó la similitud existente entre Jerusalén y la antigua ciudad imperial, aunque el problema sería "saber cuál de las dos es más antigua", expresó Peres al hacer entrega de un grabado alusivo de la ciudad hebrea al alcalde.

Durante toda su visita, no dejó de referirse a la ciudad de la tolerancia, idea que dejó plasmada junto a su firma en el libro de honor del Ayuntamiento toledano. El viceprimer ministro de Israel departió también con el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, quien le sirvió de guía en el palacio de Fuensalida, sede del Ejecutivo regional.

Carlos V y Felipe II

Peres, según dijo Bono, se interesó por la historia del palacio, por los reinados del emperador Carlos V y Felipe II y preguntó al presidente castellano-manchego si en el lugar estaba enterrada Isabel de Portugal. El ministro de Asuntos Exteriores ofreció a Bono una lámpara de aceite del siglo I, y éste le obsequió con un libro sobre Castilla-La Mancha y un reloj especial. Antes de emprender regreso a Madrid, Simón Peres visitó, además de las dos sinagogas, la catedral, la iglesia de Santo Tomé, donde se exhibe el lienzo de El Greco El entierro del Conde de Orgaz, entre otros, lugares.

Peres salió ayer a las 16.20 de Madrid con destino a Roma para asistir a una reunión de la Internacional Socialista a la que tambien asiste Alfonso Guerra. Por su parte el primer ministro de Israel, Isaac Shamir, declaró ayer a Efe en Tel Aviv que consideraba "exagerados" los ecos de la visita a España del ministro de Asuntos Exteriores de su gabinete.