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Texaco amenaza con suspender pagos antes que dar 11.000 millones de dólares a Penzoil

Texaco, la tercera compañía petrolera de Estados Unidos renovó ayer su amenaza de acogerse al capítulo 11 de la ley de bancarrotas (fórmula jurídica similar a la suspensión de pagos española) si se ve forzada a cumplir el fallo emitido el lunes por el Tribunal Supremo norteamericano, que le obliga a depositar 11.000 millones de dólares (casi 1,5 billones de pesetas) como fianza mientras concluye la batalla legal que mantiene desde 1984 con su competidora Penzoil. Las acciones de Texaco en Nueva York han caído más de un 10% tras el anuncio de la decisión judicial.

El Tribunal Supremo norteamericano decidió el lunes pasado anular una sentencia de un juez federal que eximía a Texaco de la obligación de depositar a favor de Penzoil 10.530 millones de dólares, más intereses, mientras la compañía texana apelaba una decisión previa de un tribunal estatal, que en noviembre de 1985 ordenó a Texaco a pagar la mencionada cantidad por interferir irregularmente un año antes en un fallido intento de fusión entre Penzoil y Getty Oil. Texaco adquirió posteriormente la compañía del famoso m ultimillon ario.Ayer, el presidente de Texaco, James Kinnear, anunció que, como alternativa a la suspensión de pagos, la compañía intentaría llegar a un acuerdo con Penzoil para por lo menos reducir el pago -o buscar fórmulas de aplazamiento del mismo- de las compensaciones decididas en su día por el tribunal texano. Mientras, añadió, Texaco continuará la batalla jurídica en los tribunales de Texas, una vez que la vía federal se le había cerrado tras la decisión del Tribunal Supremo.

Los abogados de ambas compañías celebraron ayer su primera reunión tras interrumpir hace varios meses sus negociaciones para llegar a un compromiso fuera de los tribunales. Penzoil, cuyas acciones experimentaron ayer una fuerte subida de los mercados norteamericanos, hizo público un comunicado en el que expresaba su deseo de llegar a un compromiso. Como máximo acreedor de Texaco, Penzoil teme que la suspensión de pagos resulte en su propio perjuicio.

Batalla legal

La batalla legal entre Texaco y Penzoil ha sido una de las más extrañas y sensacionales que se han producido dentro del contexto de fusiones y ofertas de compra hostiles y, sacude al mundo corporativo norteamericano desde hace unos años. El problema entre las dos petroleras se remonta a 1984 cuando Texaco adquirió Getty Oil en una denominada compra hostil mientras la gerencia de esta compañía negociaba su fusión con Penzoil. Esta empresa decidió acudir a los tribunales y obtuvo una sentencia favorable de un jurado texano que penalizaba a Texaco con el pago de 10.530 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios.Texaco apeló la sentencia y al mismo tiempo, interpuso un recurso ante los tribunales federales para que se le eximiera del pago o del depósito de la fianza, mientras se resolvía la batalla judicial de fondo. Ganó en primera instancia, pero Penzoil apeló al Tribunal Supremo, que el lunes falló en contra de Texaco.

La batalla legal continúa pero las repercusiones económicas de la misma amenazan seriamente la estabilidad financiera del gigante petrolero texano. La compañía tiene una deuda a largo plazo de más de 8.000 millones de dólares y su situación económica no es muy boyante después de inipactar la crisis de la exploración petrolífera y como consecuencia de la baja de los crudos.

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