"Un diario para el reencuentro con la democracia"

"Nos definimos como un diario democrático. Apostamos por la democracia, aquí y ahora", dice el director del nuevo diario chileno La Época, Emilio Filippi Muratto.

A los 58 años es uno de los periodistas chilenos que más premios ha recibido: el Rey de España, que concede la Agencia Efe; el María Moors Cabot, de la universidad de Columbia, Estados Unidos; el Pedro Joaquín Chamorro, de la Sociedad Interamericana de Prensa, y el Premio Nacional de Periodismo chileno, entre otros.

Aunque Filippi inició su carrera en diarios -dirigió Crónica y El Sur-, fue la dirección de las revistas Ercilla, primero, y Hoy, después, lo que consolidó su carrera.

Hoy fue el primer semanario opositor al régimen y en sus oficinas se gestó el proyecto de La Época.

Según Emilio Filippi, el nuevo diario "tendrá una línea editorial independiente, pero crítica". "Haremos todo lo posible por orientar al público hacia el reencuentro de Chile con la democracia. Con esa definición caben muchas posiciones, tanto de izquierda como de centol y de derecha".

Pregunta. ¿Cuál piensa usted que es el camino para regresar a la democracia?

Respuesta. Un gran pacto entre los partidos que quieran la democracia, sobre la base del Acuerdo Nacional, por ejemplo, que se firmó en 1985. Después, llegar a un acuerdo con las Fuerzas Armadas para transitar pacíficamente y en forma rápida, ordenada y sin gran dolor a la democracia.

Pinochet no dialoga

P. ¿Advierte alguna disposición del general Augusto Pinochet para dialogar con los partidos políticos?R. Pinochet nunca ha querido el diálogo. No sé si no lo querrá porque no le conviene pero él no es una persona predispuesta al diálogo. Las Fuerzas Armadas sí tienen un gran compromiso con el país, y en ese sentido es posible alcanzar un nivel de entendimiento con la civilidad.

P. ¿Cuáles podrían ser los puntos de acuerdo?

R. No se puede exigir más de lo que las Fuerzas Armadas pueden dar. ¿Qué podrían dar? Quizá, su disposición a una reforma constitucional viable para que, entre otras cosas, exista capacidad de modificar la Constitución. En segundo lugar, que haya elecciones libres. Las Fuerzas Armadas no se deben comprometer políticamente a determinar ellas la persona que el país debe votar y exponerse a una derrota. Para llegar a este acuerdo es indispensable que haya un frente civil suficientemente coherente y claro...

P. ¿Considera posible la unidad opositora?

R. La veo difícil, por las características del debate político y las estrategias y método de acción que se han seguido, pero nada es imposible cuando hay voluntad. Es una aspiración muy loable, pero casi imposible de alcanzar.

P. Usted es crítico con el Gobierno, pero también parece serlo con la oposición...

R. Critico a la oposición por haberse dejado determinar por los acontecimientos y no ser determinante. La oposición es en gran medida, nada más que contestataria del Gobierno. Y mientras éste tenga la iniciativa, no va a negociar. Sólo lo hará cuando la oposición lleve la iniciativa. Por eso me parece que los partidos políticos han estado remisos, no han sido lo suficientemente ágiles, y han luchado por causas, yo diría, adjetivas y no sustantivas. La oposición tuvo el Acuerdo Nacional en sus manos y no lo aprovechó. El Gobierno nunca había estado más acorralado políticamente que en los últimos tiempos desde el punto de vista del juicio moral y Político y de los derechos humanos. Sin embargo, sale adelante con iniciativas propias: eso parece una debilidad de la oposición, no una fortaleza del Gobierno.