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Alternativa a la participación mexicana en la Empresa Nacional del Petróleo

El Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH) ha ofrecido a la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) la posibilidad de entrar en el capital del futuro Grupo Repsol como alternativa a la estudiada participación en su refinería, la Empresa Nacional del Petróleo (ENIP). La operación, de prosperar, supondría un importante desembolso para la sociedad estatal mexicana, si bien se mantendría la sugerencia de realizarlo a través de un contrato de venta de crudo. El INH y Pemex han firmado hace un año una carta de intenciones sobre las perspetivas de elaboración.

La oferta de considerar la entrada de Pemex en el futuro grupo, que englobará las actividades empresariales del INH, se ha realizado después de que se analizaran por ambas partes las ventajas e inconvenientes que presenta esta posibilidad sobre la simple colaboración financiera entre la sociedad mexicana y la refinería EMP. Para fuentes solventes, la entrada directa en el Grupo Repsol tiene más ventajas para las dos partes que la participación simple en una sociedad del grupo, ya que, por una parte, permite una mayor libertad de gestión de EMP y del grupo y, por otra, protege de mejor manera los intereses financieros de los mexicanos.El interés azteca de aterrizar en el grupo público español se remonta a hace más de un año, cuando ambas partes firmaron una carta de intenciones sobre la posibilidad de establecer acuerdos de colaboración que, partiendo de un simple compromiso de venta de crudo, analizase la posibilidad de establecer relaciones en el plano comercial (venta de productos refinados y de mayor valor añadido) y en el financiero (participación accionarial). Los compromisos establecidos en la carta de intenciones se han ido renovando a medida que expiraban.

Mercado seguro

No hay que olvidar que EMP es el segundo cliente mundial por volumen de Pemex y los mexicanos tienen en España uno de sus mercados más seguros, no sólo por las cantidades anuales de petróleo que se adquieren, sino por el tipo de crudo que procesan las refinerías españolas. Pemex está interesada en no perder este mercado en un momento de especial volatilidad del mundo del petróleo.En un primero momento, la idea era que Pemex entrase en el capital de EMP con una participación estimada en el 25%, con un valor inicial que fuentes españolas estimaban en torno a los 45.000 millones de pesetas. Pero la simple relación de convidado de piedra que tendría Pemex dentro de un grupo mucho más complejo que la refinería EMP ha aconsejado otras áreas de colaboración, tales como la entrada directa en el Grupo Pepsol (sociedad que el INH prepara para salir a bolsa).

De esta manera, además, el INT conservaría una libertad mayor de gestión, tanto de EMP como del grupo global, habida cuenta del enorme volumen de intercambios comerciales y financieros que ya existe en el holding público y las difíciles relaciones de precios y estructura del mercado petrolífero español, en fase de adaptación a la libre competencia de la Comunidad Europea.

Hasta la fecha, sin embargo, las conversaciones que periódicamente mantienen el INH y Pemex no han permitido delinear un acuerdo claro. Se ha alcanzado, sin embargo, un compromiso inicial para que el INH, a través de EMP, adquiera 100.000 barriles al día de crudo a Pemex, acuerdo que será la base para eventuales compromisos comerciales y financieros.

La participación que Pemex podría tomar en el Grupo Repsol sería inferior al 25% que la sociedad mexicana estudiaba adquirir en EDAP. Fuentes solventes consideran que, una vez resueltos los problemas políticos que plantea cualquier inversión azteca en el exterior (México esta especialmente vigilado por sus acreedores bancarios debido a sus problemas de pago de sus 100.000 millones de dólares de deuda externa), la participación no superaría el 15%, con un desembolso, en crudo, no inferior al equivalente a 100.000 millones de pesetas.

En estos momentos, el INH ha requerido de varias empresas consultoras especializadas una valoración contable de sus empresas a efectos de calcular el valor teórico del futuro Grupo Repsol. Esta valoración se está realizando siguiendo normas contables internacionales y tiene por objeto, además de la eventual operación en Pemex, la prevista salida a bolsa de una parte de sus acciones.

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