Defensa de Suquía
Tras leer el artículo sobre el cardenal Suquía en la sección de Opinión, quisiera presentar mi desacuerdo en ciertos puntos presentados en dicho artículo.Parece mentira que el odio persecutorio y medieval en contra de la Iglesia católica en España siga tan candente en una sociedad que dice ser democrática y libre. Ahora le ha tocado al Pasa a la página siguiente Viene de la página anterior cardenal Suquía. Durante varios días, en el diario EL PAÍS no han parado de presentar datos de importancia mínima en lo que pretendía ser información sobre el cardenal Suquía y sus presuntas relaciones con el Opus Dei, como si de relaciones con un grupo terrorista se tratara. El artículo titulado Suquía podría ser considerado repetitivo, sin sentido y típico de la prensa amarilla.
Al señor Verdú le gustaría que la Iglesia en España callara y quedara impasible ante leyes como la del aborto o la del divorcio. De lo contrario, como esto no sucede, el señor Verdú encuentra la calificación de "involución y enclaustramiento" para describir la situación de la Iglesia católica en España. Déjeme recordarle una cosa. En esencia, la Iglesia ha sido, es y será siempre la misma. Pierden el tiempo los que esperan ver a la Iglesia católica renovando su doctrina como se reforman las diferentes instituciones sociales con el tiempo. No hay lógica en que una institución sobrenatural tenga que cambiar sus valores y adaptarlos a los valores de una sociedad libre o reprimida, socialista o fascista, liberal o conservadora. Los valores de la Iglesia católica fueron dados por Jesucristo y la jerarquía eclesiástica simplemente tiene el deber de velar por ellos y conservarlos intactos.- Estudiante de segundo año de Medicina en la Washington University de St. Louis.
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