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Confemetal y UGT suscriben un acuerdo de principio en el convenio general del metal

Confemetal y la federación metalúrgica de UGT firmaron ayer un principio de acuerdo para un convenio general del metal. CC OO no asumió el pacto, pero continuará participando en las negociaciones. El principio de acuerdo recoge subidas salariales entre el 6% y el 8% para 1987 y del 3,6% en 1988, cláusula de revisión y reducción de jornada.

Con la firma entre UGT y ConIemetal del principio de acuerdo se pone fin a un tortuoso proceso de negociaciones sobre las que no han dejado de planear presiones que han estado a punto de provocar la ruptura. CC OO no ha firmado, pero tampoco "ha dado el portazo" y, por primera vez, ha decidido continuar las negociaciones hasta que se produzca la firma definitiva.El preacuredo firmado ayer establece una nueva estructura profesional en ocho grupos, y fija aumentos salariales por tramos. Los metalúrgicos que en 1986 hubieran cobrado un salario anual inferior a las 740.000 tendrán subidas del 8%. Y los que se encuentren entre las 750.000 y las 755.000 pesetas experimentaran subidas entre el 6% y el 8% para alcanzar las 800.000 pesetas.

Juan Ignacio Marín, secretario general del metal de CC OO explicó la postura de su federación. En su opinión, el principio de acuerdo no cumple las condiciones impuestas por los sindicatos, no se establece salario mínimo garantizado, y sólo 13.000 trabajadores -de un colectivo superior al millón- van a tener subidas por encima del 6%. Marín explicó que "en Ávila el salario del peón quedará fijado, tras la subida, en 666.570 pesetas.

Acuerdos por encima

Marín aseguró que la decisión de la federación del metal de UGT no estaba en coherencia con la postura de la confederación del sindicato socialista. Y argumentó que no tenía sentido firmar subidas del 6% -"el 8% afecta a muy pocos trabajadores"- cuando hasta ahora se han suscrito 4 convenios en el sector de ámbito superior al de empresa con incrementos medios del 6,67% y otros 60 de empresa con subidas del 7,5%. En ambos casos con jornadas por debajo de las pactadas enel convenio estatal. "No merece la pena firmar este convenio", dijo, "cuando, además, se introduce la movilidad geográfica y funcional por nada".La opinión de Antonio Puerta, secretario general del metal de UGT, es otra. Para Puerta el convenio "es el proyecto sindical más ambicioso de los últimos años y el que más puede favorecer a la consolidación de las organizaciones obreras".

El dirigente del metal de UGT puso especial énfasis al referirse a la unidad de contratación que supone el convenio -"lo que nos da una gran fuerza a los sindicatos"- y subrayó que "hay quien no se ha dado cuenta de que estamos en 1987 y que la derogación de la ordenanza es una de las cosas más importantes del sector". Puerta destacó el principio de solidaridad que a su juicio introduce el convenio y mostró una cierta cautela al hablar sobre la representatividad de Confemetal, cuestionada por una treintena de asociaciones.

El primer convenio general del metal ha estado envuelto en la polémica. Su negociación ha sido contestada incluso desde la propia patronal y ha producido una escisión cuyas verdaderas dimensiones tardarán en conocerse. Fuentes empresariales señalaron que "todo parto es doloroso, y en este caso se está intentando dar a luz un converno único para el sector más fuerte, de la producción. Sería deseable que todos lo firmaran".

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