Mariano Rubio declaró en la querella presentada por José María Ruiz-Mateos

El gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, prestó ayer declaración ante el Juzgado número 11 de Madrid, en relación a la querella presentada por José María Ruiz-Mateos contra su persona, el anterior gobernador del Banco de España, José Ramón Álvarez Rendueles, y el ex director general de la entidad Aristóbulo de Juan.

La querella por presunta falsedad de documento público y malversación de caudales públicos se presentó cuatro años después de que tuvieran lugar los hechos y un mes después de que el Juzgado Central de Instrucción número 4 de Madrid acordara no procesar, por los mismos motivos, a los miembros de la comisión liquidadora de Fidecaya y a los componentes de los consejos de administración de Bankisur y Rumasa, Sociedad Anónima, entre los que se encontraba el ahora querellante.Los hechos de los que se acusa a los responsables del Banco de España se refieren a su presunta participación en la venta de Fidecaya a Rumasa y en la compra de Galerías Preciados por este mismo grupo al Banco Urquijo.

Fuentes cercanas al Banco de España, además de señalar la extrañeza de que Ruiz-Mateos presente una querella por un asunto en el que un juez ya ha decidido que "en modo alguno parece la venta de Fidecaya al grupo Rumasa constituya, en sí misma, ni en el conjunto de las operaciones que la desarrollan, infracción penal alguna" y que su abogado sea en esta ocasión el mismo que presentó la querella contra él mismo que ha sido desestimada, apuntan que en ninguna de las dos operaciones el Banco de España tenía capacidad para impedir su materialización.

La venta de Fidecaya

En este sentido, se recuerda que la venta de Fidecaya fue aprobada por el Consejo de Ministros, tras los informes de la Intervención General, el Tribunal de lo Contencioso y el Consejo de Estado y que el representante del Banco de España en la comisión liquidadora de Fidecaya, que fue quien propuso la venta, se abstuvo en las dos ocasiones en que se planteó el tema de la venta.En la venta de Galerías Preciados a Rumasa por parte del Banco Urquijo, el Banco de España tampoco tenía competencias formales para oponerse a dicha operación ya que la autoridad monetaria sólo tenía, y tiene, responsabilidades en la venta de entidades financieras. Así, se afirma en medios cercanos al Banco de España, se hizo saber que la operación de venta podía venir bien al Banco Urquijo aunque "el comprador no fuera el más idóneo" pero que en cualquier caso no podían oponerse.

Los intentos del Banco de España por tratar de frenar la expansión que tenía el Grupo Rumasa por aquellas fechas se centraron en negarse a que Ruiz-Mateos llegara a un acuerdo de adquisición del Banco de Levante, cuestión que finalmente lograron, y en poner trabas, por el aspecto de operaciones en divisas, a la compra de Sears por parte de Galerías Preciados, cuestión que finalmente no consiguieron.

De hecho, señalan estas fuentes, Ruiz-Mateos aceptaba en una carta dirigida en 1979 al entonces gobernador del Banco de España no seguir comprando activos y tratar de consolidar lo que ya formaba parte del grupo. Tres años después, en otra carta dirigida al entonces secretario general del Fondo de Garantía de Depósitos y hoy subgobernador del Banco de España, Juan Antonio Ruiz de Alda, Ruiz-Mateos niega cualquier compromiso en este sentido, aunque acepta que ha recibido indicaciones de la autoridad monetaria para que no siga creciendo.

El gobernador del Banco de España llegó poco después de las cinco de la tarde de ayer a la sede central de los juzgados de la plaza de Castilla de Madrid, acompañado por su abogado, Eugenio Mazón Verdejo, y por otras personas. Entraron al juzgado y poco después comenzó la declaración en presencia del abogado de Ruiz-Mateos, Julio Ferrer.