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Dirigentes de UGT arrecian en sus críticas al Gobierno durante el congreso de la federación de banca

Antón Saracíbar, secretario confederal de organización de UGT, y Justo Fernández, secretario general saliente de la federación de banca, que ayer comenzó su congreso en Madrid, coincidieron en acusar al Gobierno de haber apoyado a los empresarios contra UGT. Fernández pidió "un cambio de dirigentes de la política económica" y Saracíbar dijo que el Gobierno "había rearmado argumentalmente a los empresarios". El presidente del congreso dio simbólicamente la palabra a Carlos Solchaga, ministro de Economía, que había sido invitado al acto, pero que no compareció ni disculpó su asistencia.

Las críticas contra el Gobierno arreciaron ayer durante el acto de apertura del congreso de banca. Por primera vez, un miembro de la ejecutiva confederal de UGT -el secretario de organización, Antón Saracíbar- reconoció públicamente que "la actitud del Gobierno ha abierto una brecha en la familia socialista".Saracíbar, considerado como uno de los hombres más serenos y ponderados del sindicato, tuvo, sin embargo, duras palabras al enjuiciar la actitud del Gobierno, al que acusó de apoyar a los empresarios y haberles "rearmado argumentalmente contra UGT". Defendió un sindicato reivindicativo por encima de un sindicato institucionalizado, e hizo un llamamiento al Gobierno "para que acepte las demandas de los trabajadores". Saracíbar negó que las peticiones de UGT pongan en peligro los objetivos económicos del Gobierno.

Revés electoral

Justo Fernández, secretario general saliente de banca, realizó un largo análisis del período entre congresos y acusó -"sin que ello suponga quitarnos responsabilidades"- a la patronal, al partido y al Gobierno de haber propiciado entre todos el revés electoral de esta federación.Puso varios ejemplos de cómo administraciones socialistas habían apoyado otras opciones sindicales y señaló que Solchaga había orquestado con sus declaraciones una campaña contra UGT. El dirigente sindical hizo un llamamiento a Ios máximos dirigentes del Gobierno, del sindicato y del partido" para que definan el papel de cada uno -"a lo mejor hay que plantearse una separación mayor", dijo- y pidió al presidente del Ejecutivo "un cambio de nombres en el Gobierno y en la dirección de la política económica".

En el turno de "invitados fraternales" el presidente del congreso, entre el estupor de los presentes, anunció: "Para cerrar el turno de saludos, tiene la palabra el ministro de Economía, Carlos Solchaga". Todas las miradas convergieron hacia el cartel y la silla vacía que correspondía al ministro.

Tras unos minutos de silencio, el presidente continuó: "Parece que no está en la sala. Tiene, pues, la palabra...".

Solchaga, que había dicho en TVE que él iba a actos de empresarios y de sindicatos, fue invitado formalmente por UGT de banca. Quien sí aceptó la invitación fue el alcalde de Madrid, Juan Barranco, militante de esta federación, que intervino en el acto de apertura.

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