_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Químicamente puro

El espectador ya sabe que Clint Eastwood, Charles Bronson y Sylvester Stallone, a menudo más cariátides que actores, se han especializado en aplicar la ley del talión en esta sociedad nuestra de consumo, tan bellamente poblada de psicópatas y tan tiernamente necesitada de héroes individualistas, hermosos ejemplares machos que velan nuestras salidasnocturnas.Es un axioma necesario, es decir, que ha de existir para mantener la justa correspondencia entre la vida y el arte, que siempre es nuestro sustrato mental reflejado en el espejo de la sala oscura.

Es un sustrato sin especiales exigencias de calidad. Una Iglesia sin doctores, sólo practicantes: J. Lee Thompson o Michael Winner saben poner la hipodérmica, pero no tienen ni idea de inyectar con estilo.

Harry el sucio se emite a las 21

45 horas por TVE-1.

Furioso médico

Don Siegel es otra cosa. Es un furioso médico de pueblo que desde los años cincuenta, con maravillosas películas de serie B, está haciendo un cine absolutamente seductor, de irresistible garra.Harry el sucio, la primera en la frente de una serie que después se desvirtuaría, es un espléndido ejemplo de cine de acción químicamente perfecto al que, por una vez, hay que despojar de sus andanadas ideológicas y dejarse llevar por la catárata de coches sacando chispas por la calzada el hedor de tugurios infectos y la fragancia de la pólvora del Magnum.

Y aplaudir el cinismo y la chulería del Eastwood frustrando un asalto bancario en plena calle sin dejar de masticar ese hot dog que gente como Harry Callahan se han empefiado en hacernos creer seña de identidad imprescindible.

En cualquier caso, con mucho ketchup, a nadie le amarga un buen bocadillo de cine-cine.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_