Un hombre poderoso dentro del Vaticano
Paul Marcinkus, arzobispo de 65 años de edad conocido como el banquero de Dios. ha sido un hombre poderoso dentro del Vaticano. Y su gestión al frente del Instituto Obras de Religión (IOR), el banco del Papa, ha estado rodeada de polémica.
Tiene nombre eslavo y físicamente es un típico norteamericano; sus orígenes y sus apellidos son lituanos, pero nació en Cicero (Chicago).
Amigo de los grandes banqueros de Estados Unidos, Marcinkus se asoció primero con Michele Sindona -siciliano, acusado de tener conexiones con la Mafia- y luego con Roberto Calvi. La misteriosa muerte de este último, presidente del Banco Ambrosiano, que apareció ahorcado en un puente de Londres en 1982, afectó la brillante trayectoria del arzobispo. La quiebra fraudulenta de dicho banco, en el que participaba el IOR, sembró el escándalo sobre la gestión económica de Marcinkus.
Sacerdote de Chicago
Éste había llegado al Vaticano durante el pontificado de Pablo VI como un oscuro sacerdote de la diócesis de Chicago. El papa Montini lo puso al frente de las finanzas del Estado vaticano.Capaz de acciones de gran audacia, deportivo, firme anticomunista, Marcinkus recibió la confianza de Juan Pablo II. En el entorno vaticano circuló la versión de que contribuyó a financiar el ahora disuelto sindicato Independiente polaco Solidaridad.
El papa Karol Wojtyla tuvo que prescindir de él para ciertas misiones de confianza tras las crisis del Banco Ambrosiano, en especial cuando la Magistratura le informó que estaba indagando sobre el arzobispo. Éste se recluyó desde entonces dentro de los límites del Vaticano, de donde ahora su caso puede volver a la luz pública.
Marcinkus se ordenó sacerdote en 1947 y actuó como representante diplomático del Vaticano en Canadá y Bolivia antes de ocupar puestos de responsabilidad en el IOR.
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