Lotta Engberg,
la cantante seleccionada para representar a Suecia en el caduco festival de Eurovisión, tendrá que aprenderse una nueva canción, ya que la prevista Cuatro chicles y una coca-cola ha sido rechazada por su "carácter publicitario". La canción fue seleccionada en un espectáculo transmitido a todo el país por televisión. Una avalancha de protestas telefónicas fue la respuesta de los telespectadores. Otros, más expeditivos, formaron rápidamente el "comando cuatro chicles" y esparcieron bombas fétidas en la exposición del Museo Nacional de Estocolmo, dedicada precisamente a la Coca-Cola.
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