Los obispos, que hoy eligen a su presidente, mantienen en secreto sus deliberaciones
Gabino Díaz Merchán, presidente de la Conferencia Episcopal Española, criticó ayer la disolución de los valores de la sociedad actual en la alocución que inauguró la 46ª asamblea plenaria de obispos, de la que saldrá la nueva dirección de los obispos españoles. Durante el día de ayer los obispos realizaron una serie de votaciones de sondeo, sin valor jurídico, para delimitar los posibles candidatos y el apoyo con que cuentan en vistas a la votación definitiva que tendrá lugar hoy. Los obispos votaron también sobre la conveniencia de hacer públicos estos sondeos, con resultado negativo.
El arzobispo de Oviedo se refirió a la necesidad de una nueva evangelización y recalcó que se adormece a los ciudadanos con el antiguo método del pan y circo, subsidios y, fiestas, mientras la descomposicion de valores sociales avanza sin que nadie se atreva a proponer metas sociales que inviten al sacrificio de todos en favor de una sociedad mejor".Según los observadores, el arzobispo de Oviedo es, junto al arzobispo de Madrid, Ángel Suquía, el más firme candidato a la presidencia de la conferencia para los próximos tres años, cuvo titular -sobre cuya identidad persiste la incógnita- será elegido hoy.
Ambos obispos -que a juicio de los observadores representan las tendencias conciliar y restauracionista- se fundieron en un abrazo ante los medios de comunicación, que habían acudido en mayor número que en anteriores ocasiones a la sala de plenos de la sede de la Conferencia Episcopal en la madrileña calle de Añastro.
Pronósticos
El obispo secretario de la conferencia, Fernando Sebastián, había manifestado ya a primera hora de la mañana de ayer a Radio Nacional de España que el arzobispo de Oviedo, Díaz Merchán, "es quien tiene mayor número de probabilidades". "Los obispos están muy satisfechos por su gestión", añadió el obispo secretario.
Monseñor Ángel Suquía dijo antes de entrar en la sala del pleno: "Nunca he estado con mayor paz que ahora", mientras Díaz Merchán reiteró una vez más que no deseaba ser elegido: "Pero si me eligen aceptaré". Una vez concluida la oración inaugural, iniciada con el canto del Veni creator, el arzobispo de Oviedo comenzó su alocución.
Gabino Díaz Merchán dijo en su discurso que ante el vacío moral se dan respuestas, en su opinión, falsas, "fórmulas arcalcas que se presentan como signos de modernidad", y citó como ejemplos "el individualismo exacerbado, el sexo elevado a la categoría de fin, el aborto, la eutanasia, el lujo y la vida concebida como diversión".
El presidente de la Conferencia Episcopal esgrimió algunos de los argumentos apuntados en el documento episcopal Cristianos en la vida pública al decir que la democracia puede convertirse en una caricatura "El pueblo está falto de experiencia y maduración político-social", manifestó. "Nos preocupa", agregó, "el vacío de instituciones sociales operativas en nuestra sociedad". Estas instituciones son necesarias, en su opinión, ya que "el pueblo español corre el riesgo de convertirse en una masa fácilmente manipulable, sin capacidad crítica".
La situación en la que vive España es preocupante, ajuicio de Díaz Merchán. "Dejando definitivamente la concepción paternall sta de la sociedad, a la que somos tan propensos; dejando, por consiguiente de echar la culpa en exclusiva a las autoridades de turno, los españoles estamos ante un desafío que nos ofrece la situación de España en los momentos presente: trabajar juntos por el bien común, sumar esfuerzos y distribuir mejor el trabajo y los beneficios de equidad", añadió el arzobispo de Oviedo.
Mensaje del nuncio
Los católicos tienen en el campo social una apasionante tarea, según Díaz Merchán, quien denunció la situación de paro en que viven millones de españoles. El mensaje del nuncio del Vaticano, Mario Tagliaferri, estuvo en una sintonía más espiritual. Tagliaferri recordó a los obispos españoles la necesidad de que los sacerdotes volvieran a la vida de los seminarios, en clara alusión a quienes viven fuera de ellos, porque "sólo un árbol con hondas raíces puede producir frutos copiosos".
A la asamblea, que integran 97 obispos -77 de los cuales con derecho a voto-, no asistieron en la mañana de ayer algunos prelados sin derecho a voto: el cardenal Enrique y Tarancón y monseñor García Lahiguera. De entre los 77 con derecho a voto, cinco no estuvieron presentes en la sesión matinal: Ciranda (Pamplona), a quien recientemente se le practicó una intervención quirúgica; Malla (Lérida); González Moralejo (Huelva); Echebarría (Barbastro) y Guerra Campos (Cuenca).
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