Rabat construye un sexto muro en el Sáhara para cerrar el paso del Polisario al Atlántico
Marruecos se ha propuesto como plazo el mes de agosto para concluir el sexto muro del Sáhara occidental, con el objetivo de cerrar por completo el acceso de la guerrilla del Frente Polisario al Atlántico. Rabat pretende controlar totalmente la costa sahariana para el mes citado, en el que precisamente concluye el acuerdo pesquero con España, que será sustituido por otro negociado directamente con la Comunidad Europea.
La operación, en teoría, tiene como fin obligar al Polisario a abandonar la zona y permitir que los pesqueros comunitarios se libren de los habituales ataques dirigidos desde la costa por la guerrilla saharaui.Las Fuerzas Armadas Reales (FAR) controlaban hasta hace unas semanas el territorio anexionado del Sáhara sólo de forma parcial, gracias al denominado quinto muro, terminado de construir en el verano de 1985. La última base militar marroquí en esa zona está situada en Imlili, al sur de Dajla (antigua Villa Cisneros), y desde ahí hasta la frontera horizontal con Mauritania existe una tierra de nadie en la que se mueven libremente los comandos del Polisario que preparan acciones navales.
El general Abdelaziz Bennani, jefe del Ejército Sur de Marruecos, en unas recientes declaraciones a este periódico, admitió que sus tropas están preparadas para ocupar ese territorio incontrolado, y que sólo esperaba para ello la orden de palacio. Ésta llegó recientemente, y ahora unidades de zapadores y obreros civiles han comenzado ya a construir el muro, levantando barreras de arena y piedras para impedir el paso de unidades motorizadas, ya que el el Frente Polisario dispone de una brigada de blindados.
Junto a Mauritania
El nuevo muro, según los proyectos de ingeniería militar, irá desde de Guelta Zemmur a La Güera, en forma de curva y a ras de la frontera mauritana, y absorberá la ciudad de Zag, uno de los puntos estratégicos que, por estar muy al Sur y en el interior de la llamada tierra de nadie, escapa todavía del control marroquí. Los trabajos, iniciados hace muy pocas semanas, han conseguido hasta el momento levantar unos 50 kilómetros de arena y piedras, aunque se estima en más de 800 los necesarios para concluir la nueva fortificación.Estos trabajos han provocado reacciones de rechazo en Mauritania y del Frente Polisario. Nuakchott, por vía diplomática y a través de emisarios en Rabat, se opone al muro porque, de completarse la obra, el Polisario se vería obligado a replegarse dentro de las fronteras mauritanas para desde allí lanzar sus ataques contra las FAR.
Mauritania no tiene fuerza militar suficiente para hacer frente a este reto, ya que posee un Ejercito regular de sólo 8.500 hombres para una extensión de más de un millón de kilómetros cuadrados.
El Polisario, por su parte, ante el peligro de perder su salida al Atlántico, por donde suele aprovisionarse en armas y víveres, y de ver limitada su libertad de movimientos, ha incrementado sus ataques contra Marruecos para, por un lado, impedir la construcción del muro, y por otro minar, al abrir diferentes y distantes frentes, la protección militar de los trabajos.
El miércoles último se produjeron cuatro ataques simultáneos contra las FAR, todos en la región de Guelta Zemmur, que es donde se han iniciado las obras. El parte de guerra saharaui afirmaba que hubo 50 bajas entre el enemigo.
Fuentes militares occidentales aseguran que Rabat ha incrementado el número de efectivos humanos en el Sahara, cifrados en unos 100.000 hombres hasta ahora, con la creación de cinco grupos de escuadrones blindados, que suponen unos 9.000 soldados más. Y señalaron que, aunque Rabat consiga su objetivo de cerrar la salida del Polisario al Atlántico, es muy dificil que suprima su presencia en la zona, porque existen informaciones que aseguran que muchos de los comandos navales no proceden de la costa sino de algunos buques próximos.
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