Sasu Nguesso: "España debe ayudar a África a resolver el conflicto del Sáhara"
"España debe ayudar a África a resolver el conflicto del Sáhara occidental aportando los conocimientos que como ex potencia colonial posee del pueblo saharaui y de su realidad histórica, así como los lazos que actualmente mantiene con Marruecos", declaró el jueves en Madrid a este periódico Denis Sasu Nguesso, jefe de Estado de la República Popular de Congo y presidente en ejercicio de la Organización para la Unidad Africana (OUA). Nguesso, de 45 años, finalizó ayer su visita a España, la última etapa de una gira por Europa para pedir solidaridad en la lucha contra el apartheid en Suráfrica.y apoyo para superar la difícil situación económica del continente.
Nguesso aprovechó su estancia en Madrid para reforzar la cooperación económica, tecnológica y cultural iniciada entre su país y España a raíz de la visita, en noviembre de 1983, de los Reyes a Brazzaville. Como presidente de la OUA, Nguesso conversó con el rey Juan Carlos y el presidente Felipe González sobre varios temas de política internacional, entre ellos el conflicto saharaui.Tras su reciente encuentro en Argel con el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, Mohamed Abdelaziz, Nguesso volverá a tratar de este tema con el rey Hassan II en la visita a Rabat que tenía previsto comenzar ayer.
Pregunta. El conflicto del Sáhara Occidental se halla actualmente estancado, y tras la construcción del último muro marroquí muchos observadores consideran como un hecho consumado la anexión de este territorio por parte de Rabat.
Respuesta. La definición de las modalidades para la celebración de un referéndum sobre la autodeterminación del Sáhara sigue Siendo el principal obstáculo en las gestiones que realiza la OUA sobre este tema. Marruecos ha construido un nuevo muro -el sexto-, pero a nosotros no nos preocupan los aspectos militares y defensivos de la cuestión, sitio sus soluciones políticas. Y en este campo, el tema todavía no está resuelto.
P. Los africanos generalmente se quejan de que EE UU es mucho más sensible al problema del apartheid en Suráfrica que los países europeos, si bien estos últimos mantienen unos lazos históricos y geográficos más próximos a su continente.
R. Hay que hacer una distínción entre opinión pública y Gobierno. La opinión pública está muy sensibilizada al drama del apartheid tanto en EE UU como en Europa. La diferencia estriba en que los europeos carecen de los mecanismos institucionales que, por el contrario, permiten al sentir de los norteamericanos reflejarse en las decisiones políticas de su Gobierno.
P. ¿Ha logrado algún avance en este tema en la gira que acaba de concluir por Europa?
R. Todo el mundo coincide en que el apartheid en Suráfrica tiene que terminar; que es necesario dar apoyo material a los países de la línea del frente para compensarles de los perjuicios que les causa su boicoteo a Suráfrica; que hay que impulsar los movimientos de liberación en África austral. El problema es cómo traducir en el plano práctico estas intenciones. Uno de los principales logros de mi gira europea es la propuesta efectuada por Margaret Thatcher para la celebración de una conferencia constitucional en Suráfrica. Esta idea supone un nuevo paso, ya que implica una serie de condiciones previas como es el fin del estado de emergencia, la liberación de todos los presos políticos y el reconocimiento de las organizaciones políticas que actualmente se hallan en la clandestinidad.
P. ¿Cree que todavía es posible una.solución de este problema or la vía pacífica?
R. Ese es el objetivo de la OUA. Pero si el Gobierno minoritario blanco de Pretoria se obstina en mantener el apartheid, a situación va a conducir a un baño de sangre: en Suráfrica viven 25 millones de negros que, como usted puede comprender, no van a aceptar vivir como esclavos.
P. ¿Cuáles han sido los logros de los países africanos en la política de enderezamiento económico aprobada en la cumbre de la OUA del pasado julio?
R. Desgraciadamente nos hallamos en un punto muerto, lo que ha sido uno de los motivos de mi actual gira por Europa. África necesita el apoyo tecnológico y financiero del mundo occidental para lograr superar la grave crisis económica en la que se halla y reorganizar sus estructuras económicas. Sin embargo, no sólo no se han cumplido las promesas para la imposición de sanciones al régimen racista surafricano, sino que tampoco lo han sido las referentes a ayudas económicas o la renegociación de la deuda externa que pesa sobre los países del continente.
P. Usted se ha entrevistado recientemente en Argel con uno de los jefes de la oposición chadiana, Gukuni Uedei, que, según Yamena, es actualmente prisionero del que fue su aliado en el conflicto, el líder libio Muaminar el Gaddafi. ¿Cree usted que el enfrentamiento entre fácciones chadianas sigue siendo una de las claves de este conflicto?
R. "Yo no puedo decir hasta qué putíto llega su libertad de moverse o expresarse, pero lo cierto es que yo pude conversar con él, personalmente y sin vigilancia libia, sobre los problemas que afectan a su país. En Chad se han logrado grandes progresos para la paz tras la reciente vuelta a Yamena de los líderas de varias facciones que hasta hace pocos meses formaban parte de la oposición armada.Pero, al margen de la intervención de Francia y Libia, los chadianos siguen luchando entre sí; por ello creo que son dignos de consideración los llamamientos de Gukuni a la reconciliación nacional.
P. Cree que el nuevo envío de tropas francesas es un paso hacia el recrudecimiento de la guerra en Chad?
R. Nuestra labor pretende evitar una confrontación de consecuencias incalculables. En este sentido, la concentración de tropas cerca del paralelo 16 supone un grave riesgo para la. paz.
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