Hombre de día, mujer de noche
A. C., Reina, nombre con el que se hace llamar, soñaba de pequeñito con palacios y vestidos maravillosos. Esta especie de Sissi emperatriz nació en un pueblecito de Asturias y es el único hijo de una familia de mineros. Fue un niño hermoso y su infancia transcurrió entre los brazos de las mujeres y los insultos de sus amigos, que pronto empezaron a llamarle maricón.
Ahora, a sus 3.2 años, utiliza un pelucón negro, cubre sus pechos diminutos con un jersei de cuello vuelto, calza tacones altos, luce sus largas piernas y quiere triunfar como artista. Es un maestro del disfraz, un hombre de día y una mujer de noche.
Antes de descubrir su pasión por el mundo del espectáculo conoció en Ibiza a una mujer y se enamoró locamente. Se casaron y tuvieron dos hijas. Durante un tiempo trabajó como relaciones públicas de un local de moda y fabricaba muñecas para sacar un poco más de dinero. Fueron una familia estable hasta que Reina fue internado en la prisión de Palma de Mallorca. En la cárcel conoció a un homosexual que le contó la historia de María del Mar, la reina del mariconeo mundial, y él se lo, creyó. Un año después estaba haciendo la calle en Madrid con la peluca y los tacones, "como una muñeca, porque el hombre que hay en mí necesita las cosas que le proporciona Reina", dice.
De sus relaciones con las mujeres ha aprendido a comportarse como tal. No es una loca. Por aceptarse como travestido se empezó a hormonar: "Al verme desnudo frente al espejo pensé que me faltaban tetas y empecé a inyectarme por una cuestión estética, pero luego paré porque hormonarse es definirse, y aún no estoy muy segura si quiero ser hombre o mujer. Quizá cuando encuentre al rey lo decida".
Reina se define como un travestido frígido y se queja de la falta de clase y de educación de los que le llaman Manolo y se ríen de su aspecto. "Estoy en la calle porque necesito tablas" dice, "pero quiero convertirme en artista". Para conseguir este objetivo ensaya sola en su cama un número que se llamará Vicio y que será su estreno. El montaje del espectáculo será sencillo: Reina, apoyada por una grabación a base de susurros y respiraciones entrecortadas, representará u encuentro de amor de una pareja.
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