Seis grupos empresariales se disputan dos canales de televisión en Francia

Seis grupos empresariales presentaron a última hora de pasado martes, sus candidaturas para la nueva adjudicación de los canales de televisión 5 y 6, en servicio desde hace aproximadamente un año, cuando gobernaban los socialistas. Los candidatos presentaron la documentación a la Comisión Nacional para la Comunicación y las Libertades (CNCL), que dará a conocer el próximo 24 de febrero los dos grupos empresariales seleccionados. El presidente de la CNCL, Gabriel de Broglie, ha declarado que el criterio de mayor importancia es que las dos cadenas de televisión "reflejen bien la identidad cultural francesa".

El 23 de febrero termina el plazo para la presentación a la CNCI, de las candidaturas para la compra del 50% del primer canal (TF-1), que fue valorado por el Gobierno en 4.500 millones de francos ( 90.000 millones de pesetas ) dspués de la retirada de la agencia publicitaria Havas y de las dudas de Hachette sobre la conveniencia de buscar un nuevo consorcio , solo quedan en liza el constructor Francis Bouygues, la garantía mutua de funcionarios (propietaria de la cadena de librerías FNAC) y quizá los propios trabajadores de la empresa, a menos que se fragüen otros matrimonios empresariales antes de que termine el plazo.Los candidatos para la compra del Canal 5 son el grupo formado por Robert Hersant, asociado a los actuales propietarios Berlusconi y Jérôme Seydoux, y el grupo del empresario francobritánico Jimmy Goldsmith, propietario del semanario L'Express y de la empresa Presses de la Cité. Hersant, que controla el 30% de la Prensa de provincias y es el editor y propietario de Le Figaro, desea organizar bajo su única responsabilidad todos los informativos, mientras que Berlusconi se reserva la programación de variedades.

Los candidatos a la compra del Canal 6, dedicado a videoclips, son los actuales propietarios, entre los que se cuentan las empresas Gaumont y Publicis, un consorcio de tres discográficas (CB S, Polygram y Virgin) con la empresa cinematográfica UGC y otro consorcio formado por Lyonnaise des Eaux y Compañía Luxemburguesa de Televisión como principales accionistas. Una cuarta empresa, Canal Plus Junior, emanación de la actual cadena de pago, para cuya sintonización hace falta un decodificador, se ha presentado también para el Canal 6 en un gesto más simbólico que práctico de estar presente en el reparto del pastel.

Confusión e hipocresía

Pero la nueva distribución de cartas en el juego televisivo se está produciendo en un clima de "confusión e hipocresía", según declaraciones del ex primer ministro Raymond Barre, que ha sembrado la preocupación en las filas del Gobierno. Barre, que es la única alternativa de la derecha ante la previsible combustión de Chirac antes de las presidenciales, ha denunciado que "no se puede afirmar los principios de independencia, crear instituciones para hacerlos respetar e ingeniárselas simultáneamente para ejecutar combinaciones en las que el Estado tiene un fuerte protagonismo". Barre alude con ello a la actuación del propio Gobierno como casamentero entre grupos empresariales para realizar en los despachos políticos la labor que corresponde a la CNCL.Barre ha criticado también la posibilidad de un exceso de concentración empresarial en los medios de comunicación, añadiéndose así a los reproches de la oposición socialista. La polvareda que está levantando la privatización de TF- 1 y el cambio de propiedad de los canales 5 y 6 puede tener efectos desastrosos para los inversionistas, que se verán tentados a ser prudentes ante un panorama televisivo susceptible de modificaciones después de las elecciones presidenciales. El ex primer ministro Laurent Fabius ha anunciado ya que TF-1 será de nuevo nacionalizada si gobiernan los socialistas.