La Audiencia devuelve al juez Esteve la querella de la joven herida

La Audiencia Provincial de Madrid ha devuelto al titular del Juzgado de Instrucción número 25 de Madrid, Juan Miguel Esteve Campillo, la querella presentada por la familia de la joven María Luisa Prada -herida de bala en el curso de la manifestación estudiantil del pasado 23 de enero- contra diversos mandos del Ministerio del Interior y de la policía así como contra los agentes que realizaron los disparos con fuego real. Fernando Salas, abogado de la familia, criticó ayer el "peloteo" del asunto entre los diversos tribunales, y achacó esta circunstancia a la existencia del denominado fuero policial -que prohíbe que el juez natural procese a los agentes-, consagrado en la ley orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.La Sala Quinta -cuyos magistrados son José Vicente Zapater, Joaquín Navarro y Bienvenido Guevara- de la Audiencia Provincial de Madrid estimó, en un auto fechado el martes y notificado ayer, "devolver la causa al instructor" con la finalidad de que éste "prosiga la instrucción" y que practique las pruebas oportunas, así como las diligencias pertinentes en el caso.

El juez Juan Miguel Esteve, titular del Juzgado de Instrucción número 25 de Madrid, se inhibió del caso, mediante un auto fechado el pasado 30 de enero y notificado el 6 de febrero, al entender que los querellados gozaban del denominado fuero policial, y envió las diligencias a la Audiencia Provincial.

Fernando Salas, abogado de la familia y presidente de la Asociación contra la Tortura, se refirió ayer al tema como de "conflicto de competencias", y mostró su indignación "y la de la familia" porque el asunto se dilata en la justicia, mientras la joven María Luisa Prada mantiene aún alojada en su pelvis la bala.

La querella criminal se presentó contra el director general de la Policía, José María Rodríguez Colorado; la delegada del Gobierno en Madrid, Ana Tutor, y el jefe superior de Policía de Madrid, Antonio Garrido, así como contra los mandos de la fuerza policial que cubrió la seguridad en la manifestación y contra cinco los agentes que hicieron fuego real.