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Antoni Pujador y Francesc Amorós

Primeros españoles que participan en una expedición a la isla de Pascua

Antoni Pujador, de 38 años, y Francesc Amorós, de 40, son los primeros españoles que participan en una expedición arqueológica internacional a la Isla de Pascua, la más oriental de la Polinesia. El antropólogo noruego Thor Heyerdahl, de 71 años, les Invitó el pasado septiembre a unirse a las excavaciones que ahora realiza en el sector de Anakena, donde espera obtener muestras que confirmen o desmientan su teoría de que la población de Polinesia era originaria de la América precolombina. Ni Pujador ni Amorós viven de la arqueología, pero ambos profesan culto a los misterios que esconde aquella isla "terrestre, pero sublime", como la define Antoni Pujador. Un culto que les ha llevado a levantar, junto con el ingeniero chileno Pablo Teutsch, el primer mapa moderno de aquella isla del Pacífico.

Antoni Pujador, ex piloto de líneas aéreas con 7.000 horas de vuelo y ahora jefe de exportación de una empresa dedicada a la tornillería de acero inoxidable, comenzó a fascinarse por todo lo relacionado con la isla de Pascua a los 13 años. "Entonces", recuerda, "leí la novela Aku, aku (El secreto de la isla de Pascua)", donde Heyerdahl se pregunta cómo los primitivos pobladores de la isla pudieron colocar las estatuas (moais) -la mayor de ellas mide 23 metros y pesa 350 toneladas- de piedra sin el auxilio de elementos mecánicos.Francesc Amorós, historiador medievalista y filólogo que trabaja en la universidad Central de Barcelona, se plegó a los misterios de la isla de Pascua -"el sitio habitado más solitario del mundo", como la llama Heyerdahl- por "pura afición profesional" hace 20 años. Sus estudios sobre los aspectos arqueológicos y filológicos de las culturas oceánicas le han llevado a ser un experto en la lengua papúe, el rapanui.

Tanto Pujador como Amorós son los primeros españoles que participan en una expedición oficial a la isla de Pascua, que pertenece a Chile, aunque está a 3.700 kilómetros de su metrópoli. "Bueno, si exceptuamos la que hizo el capitán Felipe González por orden de Carlos III en 177", apostilla Pujador. Ambos soñaron siempre con participar en alguna de las expediciones del septuagenario antropólogo noruego. Ahora se pellizcan para darse cuenta de que su sueño se ha hecho realidad. El día 23 de enero partieron hacia la isla para unirse al grupo de antropólogos, arqueólogos e ingenieros noruegos, norteamericanos, italianos y checoslovacos que excavan en Anakena.

"No sabemos", dicen, "cuál será nuestra misión concreta, pero trabajaremos con ahínco, y a buen seguro que ampliaremos nuestros conocimientos". Pujador y Amorós, que estarán en Pascua 45 de los 90 días que dura la expedición, aseguran que las excavaciones de Aneka "ayudarán a confirmar o, por qué no, a desmentir que los ancestros de los constructores de los moais procedían de los altiplanos de la América precolombina".

Ninguno de los dos ha obtenido subvención alguna para realizar este viaje, por -lo que han tenido que solicitar un crédíto de un millón de pesetas. "Hubiéramos sacado dinero", señala Pujador, "si nos hubiéramos comprometido a escribir un libro sobre los extraterrestres en la isla de Pascua a nuestro regreso, pero no hay nada cierto en estas teorías y no estábamos dispuestos a entrar en este juego". "Esta isla es terrestre, pero sublime", sentencia.

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