Demanda al partido comunista yugoslavo por no cumplir sus promesas políticas

El abogado belgradense Tihomir Zivkovic, empleado de la cinemateca de Belgrado, ha demandado por vía judicial al partido único yugoslavo, la Liga de los Comunistas, por incumplimiento de sus promesas de llevar la sociedad al progreso. Exige que se le devuelva el equivalente de más de un millón de pesetas, importe aproximado de sus cotizaciones desde que en 1962 ingresó en el partido, por considerarse contractualmente defraudado.

A la primera vista de la causa compareció en el juzgado de Belgrado, el pasado 15 de diciembre, un funcionario administrativo de la Liga, de bajo nivel. Zivkovic empezó exigiendo que se sustituyera al juez, a los miembros, del jurado y hasta a la dactilógrafa. El ser todos ellos miembros del partido les descalifica por ser socios de la empresa a la que demanda. No se presenta como disidente. Al contrario, se niega a conceder entrevistas a la Prensa extranjera, y en las pocas declaraciones que ha hecho a la yugoslava se declara militante ejemplar, incorruptible y acorde con el programa de la Liga de los Comunistas de Yugoslavia.

"En este proceso yo soy parte acreedora, y el partido, parte deudora. Cuando ingresé en sus filas se estableció una relación contractual por la que yo quedaba obligado a cotizar mensualmente, y la Liga, a llevar una sociedad al progreso y no a la actual crisis", puntualizó en su carta a la redacción de, la revista estudiantil belgradense Student.

Cinemateca prestigiosa

Una de las cosas que pide es que se sanee la situación que reina en la cinemateca de Belgrado. Ésta es una institución muy prestigiosa y asombrosamente rica para uno de los países más modestos de Europa. En ella hay desde películas de las visitas a Macedonia del último sultán turco hasta raros documentos de los años treinta. "Llevo más de un decenio exigiendo. en vano que se haga un inventario de lo disponible para evitar robos y malversaciones", asegura. Dos veces le echaron del trabajo, según él, por presentar su candidatura a la dirección de la cinemateca. Afirma que en ella anida "un clan gansteroide", y le reprocha al partido no haberle apoyado en su justa lucha.Hay un precedente parecido, pero un tanto al revés, y referente al Gobierno, no al partido. Hace unos años, un viejo partisano comunicó a la Presidencia del Gobierno, por carta, que si los 22 millones de yugoslavos debían 20.000 millones de dólares, él quería librarse del fardo que le correspondía. Aseguró que en su Montenegro natal las deudas no están bien vistas y que quería que le facilitaran una cuenta bancaria adonde girar los 2.000 dólares que él y su esposa debían como yugoslavos.