Por primera vez el papel empuja con fuerza a la baja

La tensión acumulada como consecuencia de la conjunción de dos cierres en una sola jornada ha provocado la primera baja importante del año en los mercados de valores. La situación indecisa en que quedó la bolsa el jueves -pese a conseguirse un nuevo récord de contratación- pesaba mucho en el ambiente, y la trayectoria de los valores eléctricos -cuyos problemas parecen crecer cada día- puso lo suficientemente nerviosos a los inversionistas a corto plazo como para que el papel produjese los primeros estrangulamientos en valores destacados. A partir de ese momento se trataba de salir como fuese para salvar los beneficios acumulados, aunque la situación fue cambiando ligeramente a lo largo de la mañana hasta que al final, cuando el patio de operaciones permitía un tráfico más fluido, los nervios dejaron paso a una evaluación más calmada y se comenzaron a dar las primeras tomas de posiciones en casos muy concretos.Los nervios no afectaron sólo a los inversionistas, sino que también los empleados tuvieron una mañana agitada ante la imposibilidad de llegar a tiempo a los corros debido a la enorme cantidad de público que acude diariamente al parqué para seguir de cerca los acontecimientos, y que con su presencia impide el normal desarrollo de la sesión. La proximidad acentuó considerablemente la velocidad de circulación de los rumores, por lo que el papel real que afectaba a algún valor se multiplicaba a cada vuelta que daba al patio de operaciones. El resultado fue esa sesión, en algunos casos convulsa, que necesitó de la ponderación de los valores bancarios para empezar a recobrar la tranquilidad.Las bajas fueron casi siempre consecuentes con las subidas anteriores, razón por la que el grupo de construcción registra la pérdida más fuerte, 10,76 puntos, y dos de sus valores más destacados se ven obligados a publicar posición de papel sin operaciones. La selección ha sido más fuerte que nunca, y apenas una veintena de valores se ha salvado de los recortes. La estrechez habitual de los valores industriales ha jugado esta vez en contra y les ha llevado a sufrir las bajas más acusadas, concentrando el grueso de los retrocesos en sus índices.La posibilidad de que algunas de las sociedades eléctricas más importantes se vean obligadas a recortar sus dividendos multiplicó el volumen habitual de papel y les llevó a sufrir nuevas bajas que, no obstante, no son de las más fuertes de este ejercicio.Los valores bancarios también quedaron, en general, bajo la presión del papel y sufrieron algunas bajas aunque, como siempre, les resulta más difícil bajar que subir. Sólo se dieron dos bajas de 10 enteros entre los siete grandes, al tiempo que el Popular gana 24, y cuatro de estos valores no modificaron su cotización anterior. Los saldos vendedores fueron cortos y la contratación se mantiene casi en el mismo nivel, esto es, en 727.000 títulos. Las posiciones al cierre mostraban el predominio del papel, aunque con tanteos muy selectivos del dinero.