Los partidos vascos sólo disponen de tres semanas para llegar a un acuerdo de Gobierno

Los partidos políticos vascos tienen de plazo hasta el próximo día 20 de febrero para llegar a un acuerdo sobre la composición y el programa del Gobierno autónomo, al haber señalado ayer el presidente del Parlamento de Vitoria la fecha citada para la elección del lendakari. Jesús Eguiguren efectuó la convocatoria en una sesión de trámite que duró menos de 10 minutos. De no llegarse a un pacto antes de tres semanas, serán prácticamente inevitables unas nuevas elecciones anticipadas.

VICTORINO R. DE AZÚA, Para la elección del día 20 pueden presentar candidatos todos los grupos parlamentarios. Resultará elegido el que obtenga la mayoría absoluta en la primera vuelta y, si ninguno la consigue, el que reciba mayor número de votos en la segunda vuelta, 24 horas más tarde. El reglamento de la Cámara, por otra parte, impone la disolución del Parlamento y la convocatoria de nuevas elecciones en cuanto hayan transcurrido 60 días desde la convocatoria de la elección, efectuada ayer, sin que ningún candidato haya sido elegido. La fecha de disolución sería, en ese caso, el 30 de marzo.Las declaraciones de los dirigentes de las fuerzas políticas en el Parlamento corroboraron ayer la dificultad para salir del bloqueo absoluto en que se encuentra el diálogo, tras el abandono de la iniciativa para formar Gobierno por el PSE-PSOE, que cuenta con el mayor número de parlamentarios en la Cámara.

Los socialistas dijeron que no consideran necesario un Gobierno de concentración, porque no existe una situación de emergencia. El PSE-PSOE no tiene intención de reanudar sus gestiones al menos hasta la próxima semana, cuando haya quedado de manifiesto la imposibilidad de que las tres formaciones nacionalistas, PNV, Eusko Alkartasuna (EA) y Euskadiko Ezkerra (EE) ofrezcan una alternativa.

Estos tres partidos, a los que José María Benegas invitó la semana pasada a formar un Gobierno de reivindicación &ente a Madrid, ni siquiera han mantenido una conversación y se han limitado a cruzar ataques y descalificaciones, especialmente entre el PNV y EA.

El lendakari en funciones, José Antonio Ardanza, reiteró ayer sus críticas a las tres fuerzas que negociaron sin éxito un Gobierno "de cambio y de progreso" e insistió en la idea de que sólo ve como alternativa posible al Gabinete tripartito (PSE-EA-EE) un acuerdo entre su propio partido, el PNV, y la formación que lidera Carlos Garalkoetxea. Este posible acuerdo con EA no ha pasado de la mera declaración de intenciones.

Garaikoetxea volvió a rechazar esa posibilidad y criticó las actitudes del PNV, que aumentan las diferencias entre los dos partidos sobre la organización interna del País Vasco. El dirigente de EA no ve más salida que un Gabinete de concentración o de amplia base, dedicado al gestionar la administración autónoma hasta las nuevas elecciones. Los 'responsables de EE han dicho en varias ocasiones que no quieren gobernar con el PNV.

Por su parte, la coalición Herri Batasuna (HB) insistió en una conferencia de prensa celebrada también en Vitoria en su oferta dirigida al PNV y EA de un pacto político cuyo objetivo sería conseguir de Madrid una "redefinición del marco político". Jon Idígoras subrayó ell fracaso de todas las negociaciones para formar Gobierno y pidió a los otros dos partidos que acepten trabajar junto a HB en torno al derecho de autodeterminación y la unidad territorial con Navarra.

HB lanzó duras críticas contra el presidente del Parlamento, al que consideran responsable de los incidentes del miércoles en torno al acto de acreditación del diputado Juan Carlos Yoldi, encarcelado en la prisión de Nanclares de la Oca bajo la acusación de haber colaborado con ETA. Según la coalición, el trato recibido por Yoldi, al que se impidió hablar con su madre, los demás diputados de su grupo parlamentario y los medios de comunicación, convirtió al Parlamento en "un mero apéndice de los aparatos policiales". HB tampoco ahorró críticas para la Ertzantza (Policía Autónoma), que se encargó de trasladar a Yoldli desde la prisión hasta la Cámara y cargó contra manifestantes e informadores.