La televisión yugoslava vetó la emisión de una película contra la revolución cubana
Los telespectadores sentados ante la pantalla la semana pasada, a la espera de ver aparecer al torbellino de Sean Connery, protagonista del filme Cuba, un alegato contra la revolución cubana, vieron aparecer atónitos a César y Cleopatra. La razón, según ha hecho público recientemente la revista Nin, hay que buscarla en las presiones de la Embajada de Cuba y en el próximo viaje del presidente yugoslavo, Sinan Hasani, al país centroamericano. Sin embargo, debido a la estructura política de la Federación Yugoslava, dividida en ocho organismos autónomos, los telespectadores de la región autónoma de Kosovo ya la han visto y los de la República de Eslovenia la tienen anunciada.
La Embajada de Cuba en Belgrado recurrió ante el Ministerio yugoslavo de Información en contra de la presentación de una película que, en su opinión, simplificaba la revolución cubana. La revista yugoslava Nin critica a la televisión de Belgrado por haber cedido a las presiones de diplomáticos cubanos y funcionarios yugoslavos. Lo curioso es que hasta la fecha unos 800.000 yugoslavos han visto dicho filme en los cines.La razón de fondo del cambio de programa es que el presidente yugoslavo, Sinan Hasani, va a ir dentro de poco a La Habana. Hace unos meses estuvo en Belgrado el presidente cubano, Fidel Castro. Según la Prensa, los funcionarios yugoslavos que sacaron dicho filme de la programación no lo habían visto.
Chasco
La revista Nin da cuenta del chasco de un antiguo embajador yugoslavo en Bolivia, que se queda por segunda vez sin ver la cinta de Richard Lester. En su tiempo, las autoridades militares de aquel país andino prohibieron proyectar dicha película por "prorrevolucionaría", y ahora se ha quedado sin verla en Belgrado.Reflejo de la descentralización que reina entre los ocho entes autónomos de la federación yugoslava (seis repúblicas y dos regiones), los telespectadores de la región autónoma de Kosovo han visto Cuba, dirigida por Richard Lester, y dentro de poco la verán los yugoslavos de la República de Eslovenia.
El director de la televisión belgradense calificó de "injustificada" la intervención del Ministerio de Información. Explicó que cedió al veto por no querer sacar de quicio las cosas. "Sólo faltaría ahora que la Embajada de Egipto protestara por haber puesto en pantalla a la colaboracionista Cleopatra de los tiempos de la invasión romana", ironiza la revista yugoslava Nin.
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