La censura del sistema

El día 17 de enero, su corresponsal en Londres comunicaba que más de un centenar de directores de medios de comunicación del mundo libre se habían reunido en esa capital para estudiar los problemas de la censura en el mundo y combatirla. Y pensé que era un fin loable, no en vano la padecimos en nuestro propio país durante 40 años.Pero, siguiendo el hilo del pensamiento, continué ahondando en el tema -eso es lo peor seguir pensando-, recorrí los periódicos del mundo libre que conozco y llegué a la conclusión de que, efectivamente, no tenían prácticamente ninguna censura estatal. La única censura que hallé, y menuda censura, era la de los propios periódicos.

Usted sabe muy bien la cantidád de cientos de millones de pesetas que cuesta poner un periódico en la calle. La inmensa mayoría de esos periódicos están apoyados o financiados por un sistema, el capitalista, que no va a permitir un ataque, desde ellos, al conjunto de intereses que defienden.

Y ahí volvemos a encontrar, fatalmente, la temida censura, esta vez en el propio periódico.

Por poner un ejemplo, en su mismo diario, quizás el más libre y progresista del país, ¿usted contrataría a un periodista o le permitiría defender en sus páginas una línea de auténtico socialismo?

¿No será más cierto que no existe la censura siempre y cuando no se ataquen los valores del sistema?-

Madrid.