El mal tiempo retiene en Guadalajara la colección de Picasso devuelta a Francia

A pesar de las malas condiciones meteorológicas, los operarios de la empresa francesa Giraudy Fils, que se ocupa del traslado, decidieron el martes emprender viaje. La empresa había sido elegida por la propia Jacqueline Picasso. Un coche de la Unidad Móvil de la Guardia Civil escoltaba el camión. Esta escolta había sido solicitada expresamente por la Dirección General de Bellas Artes a la Guardia Civil. Según fuentes del Museo Español de Arte Contemporáneo (MEAC), sólo se solicita una escolta para el traslado de obras de arte en casos muy especiales, como éste. En la mayoría de los casos, el transporte corre a cargo exclusivamente de la empresa contratada para ello.La empresa Giraudy Fils no tenía previsto ningún dispositivo de seguridad especial acorde con el valor de la mercancía y sólo destinó al traslado de los Picasso a cuatro personas: dos conductores y dos mozos de carga. Aurelio Torrente, director del MEAC, informó ayer que estaba en permanente contacto con Catherine Hutin, heredera y única hija de la viuda del pintor, quien había dado su conformidad a las medidas que se habían tomado.

El transporte reanudará viaje cuando el tiempo lo permita y el camino sea transitable. Según el gobernador, el miércoles se barajó la posibilidad de que continuase, al estar gran parte del camino expedito, pero se rechazó la idea ante la posibilidad de que algúnpuerto de la N-II, Madrid-Barcelona, estuviese cerrado.

Durante su estancia de dos meses y medio en el MEAC, las obras fueron custodiadas por agentes de una empresa española de seguridad privada. Al cumplirse el período de la exposición los cuadros fueron embalados en contenedores de madera climatizados, embalaje que se realizó entre la noche del lunes y la mañana del martes.

Las obras habían estado expuestas en el MEAC entre el 25 de octubre y el 11 de enero. La exposición fue visitada por cerca de 200.000 personas.

La devolución de los cuadros a Francia estuvo rodeada por una polémica tras el suicidio de Jaqueline Picasso, quien en varias ocasiones y ante distintos testigos había declarado su deseo de que las obras se quedaran en España. El director general de Bellas Artes, Miguel Satrústegui, que se casó ayer, explicó que no existía documento legal sólido que amparase la pretensión de guardar las obras en España.

A pesar de ello, hubo protestas de diversos sectores que afirmaban que Cultura no había hecho todo lo necesario para cumplir con la última voluntad de Jacqueline, repetidamente expresada tanto por Satrústegui como por Torrente.