Los Reyes presiden el baile de gala de despedida al buque escuela 'Elcano'

Los reyes Juan Carlos y Sofia, junto con las infantas Elena y Cristina, llegaron ayer por la tarde a Cádiz para asistir por la noche al baile de gala de despedida al buque Juan Sebastián de Elcano, celebrado en el club naval de oficiales de San Fernando y al que también asistió el Conde de Barcelona. La fiesta, tradicional para la despedida del buque escuela de la Armada Española, giró este año en torno al Príncipe de Asturias, que, como guardia marina, emprenderá hoy un viaje de cinco meses de aprendizaje.

Los Reyes llegaron al club naval de oficiales con más de una hora de retraso sobre el horario previsto. Las autoridades de Marina advirtieron a los informadores presentes que sólo se permitiría fotografiar la llegada de los Reyes a la puerta del recinto. Ante esta situación, la práctica totalidad de los periodistas decidió abandonar el recinto y alejarse del lugar para que su gesto no pudiera interpretarse como un desaire a la Familia Real.Don Felipe de Borbón ha simultaneado durante su estancia en Cádiz las obligaciones militares como guardia marina con los actos oficiales que el jueves se celebraron en su honor, y ha encontrado un pequeño margen para él descanso y la visita a la ciudad.

El jueves, a mediodía, almorzó junto con otros compañeros guardias marinas y su preceptor, el teniente coronel de infantería de Marina José Antonio Alcina, en una venta típica de San Fernando. Por la noche, tras acudir a los actos oficiales del Ayuntamiento de Cádiz, y, también junto con sus compañeros, visitó dos pubs de la ciudad. Don Felipe tomó en cada uno de ellos una cerveza, charló con algunas jóvenes que se acercaron a él y al grupo de guardias marinas que le acompañaban y se retiró sobre las doce y media de la noche para pernoctar en el buque escuela.

La mañana de ayer la dedicó, junto con sus compañeros de promoción, a recibir instrucción en el interior del Elcano. A mediodía almorzó en un restaurante de la ciudad, donde su presencia asombró a los comensales. El Príncipe tomó un aperitivo en la barra del bar del restaurante antes de sentarse a la mesa. La sorpresa mayor fue para un comensal que vio cómo el Príncipe le entregaba la chaqueta que se le había caido al suelo cuando pasaba don Felipe.

El velero abandonará hoy Cádiz rumbo a las Islas Canarias, tras una ceremonia de despedida que presidirán los Reyes de España.