Isabel II de Inglaterra
no volverá a acudir al tradicional desfile de su cumpleaños, que se celebra a finales de junio, montada en su célebre yegua negra Burmese, como lo había venido haciendo durante los últimos 17 años. Ello no se debe a razones de seguridad ni a la salud de la reina, sino a la edad de la yegua. Ésta cuenta con 24 años, el equivalente a unos 90 en un ser humano, y aunque se encuentra en muy buen estado, la reina ha decidido darle un merecido descanso, y, en un alarde de fidelidad, no quiere sustituirla por ninguna otra. En consecuencia, la inspección anual de las tropas la hará en el futuro desde una carroza. La yegua le fue regalada por la Policía Montada de Canadá cuando el animal tenía siete años.
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