La economía, eje de la reforma

El Acta única Europea prevé, por una parte, llevar a cabo en plazos determinados los objetivos del Tratado de Roma, ampliar el ámbitos de la cooperación entre los 12 miembros de la Comunidad Europea (CE) y re formar el funcionamiento de sus instituciones. Parcialmente inspirado por el italiano Altiero Spinelli, alentado por el actual presidente de la Comisión Europea, el francés Jacques Delors, discutido por los líderes de los doce en el Consejo Europeo de Milán de junio de 1985 y puesto a punto en una conferencia intergubernamental celebrada tres meses. después, el Acta única fue finalmente aprobado hace un año en la cumbre de Luxemburgo y firmado por los Gobiernos en febrero pasado.

"El gran mercado interior es el eje de la estrategia de reactivación de la construcción europea", declaraba en mayo Delors, refiriéndose a uno de los propósitos del texto adoptado, que pretende acabar de aquí a 1992 con todas las fronteras internas de la CE, permitiendo la libre circulación de las personas, mercancías y capitales y la elaboración de políticas económicas y monetarias convergentes. La creación de este espacio realmente unificado de 320 millones de consumidores supondría un impulso económico para el Viejo Continente, frente a Japón y Estados Unidos.

En segundo lugar, las competencias de la Comunidad abarcarán ahora oficialmente aspectos como la tecnología, el medio ambiente y los temas monetarios así como la cooperación en materia de política exterior, para la que acaba de ser creada una secretaría permanente que dirigirá el hasta ahora vicedirector general para Asuntos Políticos del Ministerio italiano de Asuntos Exteriores.

En una conferencia que pronunció en noviembre en la Universidad Europea de Florencia, Delois evocó incluso la posibilidad de que la defensa forme parte algún día de los temas comunitarios. "La Iniciativa de Defensa Estratégica norteamericana puede modificar los actuales condicionamientos estratégicos ( ... )", dijo antes de preguntarse si los europeos "tenemos la voluntad de defender nuestra voluntad e independencia en cualquier circunstancia".

Las decisiones que deberán ser tomadas por unanimidad en los consejos de ministros quedarán limitadas de ahora en adelante a tan sólo cuatro materias: cooperación en política exterior, fiscalidad indirecta, libre circulación de personas y derechos de los trabajadores. Para aprobar todas las de más, bastará con una mayoría cualificada de 54 votos sobre un total de 76.

Para obtener los 23 sufragios suficientes para conseguir formar una minoría de bloqueo, es necesario que por lo menos tres países se asocien.

El número de votos oscila entre los 10, de los que disponen los grandes Estados, hasta los dos o tres, que poseen los miembros pequeños como Irlanda o Dinamarca, pasando por los ocho con los que cuenta España.