Educación a distancia
Resulta altamente gratificante y esperanzador encontrar, dentro de la Administración pública española, organismos como el Centro Nacional de Educación Básica a Distancia, más conocido como el CENEBAD. Tras cuatro años como funcionario en el servicio exterior y con cuatro hijos en edad escolar, tengo muchas y muy buenas razones para afirmar que dicho centro es algo fuera de lo común, la más importante de las cuales es la inolvidable experiencia que para mis hijos supuso el contacto con dicha institución.Sin perjuicio de su alta calidad de diseño y de su cuidado material didáctico, lo que más llama la átención del CENEBAD es su singular calor humano. A pesar de las dificultades que han de sobrepasar para realizar su labor, los profesores llegan a captar y a cautivar a los alumnos por la única vía que tienen: la correspondencia. Y ello hasta tal punto, que para mis hijos, en cierta época internos, alejados de nosotros y fuera también de España, las cartas de los profesores constituían su mayor aliciente.
Aunque nunca llegué a conocer al director del centro, quiero expresarle públicamente mi reconocimiento. Al propio tiempo, agradecer profundamente a todo el equipo docente y administrativo el profundo celo que siempre pusieron, tanto en sus labores cotidianas como en la resolución de los innumerables problemas de todo tipo que -en mi casotuvieron lugar. Y al hacerlo, mencionar expresamente a una de las personas que más han influido en
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la opinión que ahora tengo del CENEBAD: doña Juana María Villamil, cuya línea de actuación ha de ser fruto de la más profunda de las vocaciones.- Economista.
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