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Amy Carter

La hija del ex presidente de EE UU se ha convertido en una activa luchadora por los derechos humanos

Amy Carter, la hija del ex presidente norteamericano James Carter, tiene en la actualidad 19 años, vive en una cooperativa de vegetarianos cerca del campus de la universidad de Brown y pasa la mayor parte de su tiempo luchando para cambiar la política de Estados Unidos en Suráfrica, Nicaragua y contra el hambre. Consecuencia de su actividad política, Amy Carter ha sufrido ya varios arrestos. Sus padres, según afirma ella misma, no están preocupados por sus actividades.

Esta universitaria de segundo curso, de 19 años, cuyo padre fue director-defensor de las leyes de Estados Unidos desde 1977 a 1981, se enfrenta tambíén a un récord de detenciones que parece más típico de una activista de los años sesenta. El pasado mes de noviembre fue arrestada en una manifestación en favor de los derechos humanos y pasó seis horas retenida en un puesto policial de Massachusetts. De esta manera está efectuando su entrada en la política la hija de un ex presidente al, que el tema de los derechos humanos preocupó bastante. Amy Carter se ha convertido ahora en una representante de la, desobediencia civil, actitud hace tiempo olvidada en EE UU. Su primera detención se produjo en abril de 1985 frente: a la Embajada de Suráfrica en Washington, donde miles de personas han sido arrestadas por protestar contra la política racista de este país. La siguiente fue el pasado mes de marzo ante la sede en Providence de International Business Machines Corporation (la multinacional IBM), junto a otros 13 estudiantes de su universidad que protestaban por los negocios de esta empresa en Suráfrica.El arresto más reciente se produjo el pasado 24 de noviembre en la universidad de Massachusetts, durante una manifestación para protestar por la expansión de la CIA. Amy Carter contó que que en esa ocasión la ostentación de fuerza de la policía fue excesiva: "Había 60 u 80 agentes en posición de armas, con porras, mazas y con cuatro o cinco perros policía. Era realmente terrible", afirmó, y añadió que vio a la policía introducir por la fuerza a un detenido dentro del edificio, lejos de la vista de los demás, y que su cabeza fue más tarde golpeada contra una pared "Entonces vi que no podía quedarme sin hacer nada, así es que expresé mi protesta y fui nuevamente arrestada".

En una entrevista en la cocina de la cooperativa en la que está viviendo, entre paquetes de harina y bollos de avena, una caja de naranjas y otra de plátanos, Arny Carter ha declarado que su papel de activista es un poco aprendido del colectivo y otro poco de su trayectoria puramente personal. Le da ánimos también el hecho de que en su opinión, "mi universidad y otras escuelas superiores están levantándose y volviendo al antiguo espíritu de protesta". La hija del ex presidente Carter no parece arredrarse ante la comparecencia judicial que se le avecina. "Me gustará tener el juicio en Amherst (Massachusetts), para poder sacar a la luz determinadas actividades de la CIA. "Realmente", ha señalado, "no he pensado nunca en la cárcel, sólo en el juicio. Pase lo que pase, lo sabré sacar adelante".

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