Fernández Alba y José Luis Sánchez, nuevos académicos de Bellas Artes
El arquitecto Antonio Fernández Alba y el escultor José Luis Sánchez fueron elegidos el lunes miembros de la Academia de Bellas Artes de San Fernando en la primera votación y con gran mayoría, según confirmaron ayer en la institución.
Fernández Alba, uno de los principales arquitectos españoles, sucede a José Luis Arrese. Catedrático de la Escuela de Arquitectura de Madrid desde 1979 (ayer estuvo en un tribunal durante todo el día), nació en Salamanca hace 60 años. Autor de numerosos artículos y ensayos, ha sido presidente del Patronato del Museo Español de Arte Contemporáneo y dirigió las obras de recuperación del Centro de Arte Reina Sofía, de Madrid.
Su obra ha sido dividida en su triple dedicación a la construcción, la teoría y la docencia. Relacionado con el grupo El Paso y atento a la realidad cultural del país, destacan entre sus obras La crisis de la arquitectura española (1939-1972), Ideología y enseñanza de la arquitectura en la España contemporánea y Cinco cuestiones de arquitectura.
Armonía estructural
José Luis Sánchez, que sucede en el cargo a Juan Luis Vassallo, nació en Almansa (Albacete) hace 60 años. De su obra escultórica, el escritor José Manuel Caballero Bonald ha destacado "la armonía estructural de sus hallazgos, sus materias fulgurantes, la suma delicadeza compositiva, el embrión dialéctico de tantos suntuosos espacios acotados por la inteligencia". Sánchez declara que su entrada en la academia puede suponer un reconocimiento al arte integrado en la escultura, sobre todo al diseño, del que el artista es un precursor. Fue presentado por Manuel Rivera, Federico Sopeña y Joaquín García Donaire.De formación autodidacta, Sánchez se considera, sin embargo, alumno de Ángel Ferrant, a cuyas clases en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid asistió durante dos años como únicos estudios, bajo la dirección de un profesor. Licenciado en Derecho, viajero incansable, intelectual inquieto, hombre abierto a los círculos culturales más avanzados durante el franquismo, la enorme obra escultórica de Sánchez se vio consagrada con la exposición antológica que se celebró en el Palacio de Cristal de Madrid en 1981.
"Tras una época en la que ha habido menor contacto con la realidad social, se están desarrollando en la Academia acciones espectaculares", dice el escultor autodidacto sobre la institución. Sánchez destaca la apertura de la pinacoteca y la potenciación de la sección de grabados. Su discurso de ingreso en la Academia versará sobre la escultura actual, y Sánchez promete una reflexión sobre la importancia de la escultura en el arte contemporáneo.
En la misma reunión celebrada el lunes, los académicos decidieron reelegir como censor a Luis Cervera, y otorgaron el Premio Forma, dotado con un millón de pesetas, al pintor Pedro Bueno.
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