Alto el fuego shií en los campos de refugiados de Chatila y Burj el Barajne

Los milicianos musulmanes shiíes de la organización Amal (Esperanza) decidieron en la madrugada de ayer un alto el fuego unilateral tras casi 24 horas de encarnizados combates contra los palestinos de los campos de refugiados de Chatila y Buri el Barajne, a las afueras de Beirut. No obstante, anoche proseguían los enfrentamientos.El líder de Amal, el ministro de Justicia Nabíh Berri, ordenó cesar los ataques desde Damasco, donde se encontraba en conferencia con los mediadores sirios e iranies que intentaron durante todo el sábado concluir con los combates. La organización de Berri, respaldada por el Gobierno sirio, intenta con sus constantes ataques a los palestinos impedir que los hombres de Yasir Arafat puedan reconstruir en Líbano la poderosa base de operaciones que tuvieron hasta la invasión israelí de 1982.

Mientras tanto, en Magduche, a 40 kilómetros al sur de Beirut, los guerrilleros palestinos -que conquistaron hace dos semanas la localidad- iniciaron una retirada parcial como resultado de un plan de paz propuesto por los mediadores iraníes. Las posiciones evacuadas fueron entregadas por milicianos del prolraní Hezbolá (Partido de Dios), que, pese a su confesión shií, no luchan al lado de sus correligionarios de Amal.

Se esperaba que a media tarde de ayer se hubiera producido una retirada total si Amal permitía que otro grupo de ambulancias y camiones con alimentos entrara en Rachidie, un campo de refugiados palestinos situado más al Sur.

No obstante, guerrilleros leales al jefe palestino Yasir Arafat se aferraron a sus posiciones en la estratégica ciudad surlibanesa, desde la que se domina el puerto de Sidón y los campos de refugiados cercanos. Un comunicado del vicepresidente de Amal, Akef Haldar, acusó a los seguidores de Arafat de violar las condiciones de la tregua con la reocupación de posiciones en Magduche.