Los hombres con 'hilo directo'
Personas próximas al titular de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, aseguran que el ministro, que consulta regularmente con el presidente del Gobierno los detalles de su trabajo, no mantiene un contacto especial con el vicepresidente Alfonso Guerra. En los casos en los que no puede acudir directamente a González solicita el apoyo de Juan Antonio Yáñez, uno de los pocos miembros del gabinete técnico con influencia real en su área de competencia.Se ha dado el caso de que Fernández Ordóñez y la Moncloa decidieran que Guerra encabezara la delegación española en los funerales del presidente de Mozambique, Sanfora Machel, sin estuviera al tanto el propio Guerra, que finalmente rechazó el encargo. Narcís Serra, ministro de Defensa, que comenta con el presidente aspectos de la política general y no sólo los de su departamento, tampoco despacha con Guerra.
Las relaciones con Javier Solana, que llegaron a ser frías en algunos momentos de la primera legislatura, han mejorado sensiblemente. Solana se ha convertido de nuevo, por su condición de portavoz del Gobierno, en persona próxima al presidente, de quien ha recibido en ocasiones encargos especiales, algunos relativos a Nicaragua.
El portavoz suele dialogar con el vicepresidente, mientras que los contactos personales entre Guerra y Julio Feo, pese a la cercanía de sus despachos, son prácticamente inexistentes. Guerra, que está de acuerdo con que Felipe González despache regularmente y sin intermediarios con los responsables de los Servicios de Información del Estado, como sucede en otros países de Europa Occidental, no considera conveniente que delegue esa función en el secretario general de la Moneloa.
Oír, opinar y acatar
Las discrepancias entre González y Guerra, resume una de las personas más cercanas al vicepresidente, no implican una pérdida de influencia. Antes de la transferencia de poderes, en 1982, un grupo estudió el funcionamiento de diversos Gobiernos europeos. El papel del vicepresidente en el Gobierno, cuando Felipe González está en España, es oír, dar su opinión y acatar las decisiones del presidente, asegura la misma fuente. "Por eso", termina, "Guerra mueve incluso su silla unos centímetros detrás de la de Felipe González cuando acuden juntos a un acto".
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