Los dirigentes de Alianza Popular rechazan la dimisión de Fraga y le piden que reconsidere su marcha del partido

Los dirigentes de Alianza Popular (AP) rechazaron ayer la dimisión de Manuel Fraga, y acordaron, tras una tensa y emotiva reunión de cuatro horas, pedirle que reconsidere su decisión y reasuma sus funciones. Fraga permaneció tan sólo 20 minutos en esta reunión, ante la que leyó una carta en la que comunicaba su decisión de retirarse de la vida política, mientras en la calle casi un millar de personas se unía a la junta directiva para pedirle que siga. Fraga declaró ayer a este periódico: "Me he retirado, no voy a hacer ninguna declaración más, me he retirado, no se moleste usted en preguntarme, buenas noches".Varios miembros de la junta se lamentaron, a la salida de la reunión, de que "ya ha comenzado el navajeo", refiriéndose a la proliferación, más o menos encubierta de operaciones sobre la sucesión en el liderazgo del partido. Pero nada de ésto quedó ayer patente en el encuentro del máximo órgano decisorio de.AP entre congresos.

El desconcierto en la junta directiva nacional aliancista fue ayer tal que sus más de cien miembros ni siquiera llegaron a ponerse de acuerdo sobre la fecha en la que debe reunirse el comité ejecutivo, ni qué miembros de éste -elegidos, designados, o ambos- deben ser llamados a esta reunión aún sin fecha. No hubo tampoco acuerdo sobre los temas que deberían ser tratados en ella.

Según diversos testimonios de asistentes a la reunión de la junta, de la que debía salir la convocatoria de la comisión ejecutiva que, al menos sobre el papel, habría de designar un sucesor provisional de Manuel Fraga, casi todo el tiempo de reunión de ayer se consumió en intervenciones de alabanza a la figura de Fraga y en consideraciones sobre la "perentoria necesidad" de que se mantenga en su puesto.

Ésta fue la única unanimidad y la única conclusión positiva surgida de la reunión de ayer. Y ello, pese a que el coordinador electoral, Carlos Robles Piquer, cuñado de Fraga, aseguró reiteradamente a los presentes que la dimisión del líder del partido es "completamente irrevocable".

La reunión de la junta directiva nacional se inició en un clima de máxima emotividad, con más de un millar de personas congregadas ante la sede central de AP, en la madrileña calle de Génova, donde el tráfico quedó cortado por espacio de más de dos horas. En una manifestación que, según dirigentes aliancistas era espontánea, los congregados, muchos de ellos con lágrimas en los ojos, lanzaron gritos contra el presidente de la CEOE, José María Cuevas y contra los "traidores" al partido e imploraron: "Fraga, no nos dejes solos".

Algunos de' ellos devolvieron ayer sus carnés de militantes. El vicepresidente Alfonso Osorio, interpelado por algunas personas a su entrada en la reunión, aseguró que él también había tratado de ¿onvencer a Fraga de que se quedase. "pero es muy testarudo", dijo. Minutos después, Fraga apareció en una de las ventanas de la sede aliancista, para leer a la multitud, con lágrimas en los ojos, su carta de despedida. Posteriormente abandonó el local para dirigirse a su domicilio, donde también había un pequeño grupo de manifestantes.

Ya sin Fraga, que se retiró "para dejar máxima libertad en las deliberaciones",, los miembros de lajunta directiva entraron en un debate "desordenado y emotivo", según uno de los asistentes, del que, al final, surgió un comunicado de tres puntos:

Los puntos del acuerdo

Los acuerdos adoptados en este comunicado consisten en: 1. No aceptar la dimisión de Fraga, y dirigirse a él para que reconsidere su decisión y reasuma sus funciones. Todos los miembros del comité ejecutivo pondrán sus cargos a su disposición para que tenga plena libertad para dirigir el partido. 2. Expresar la confianza en el vicepresidente primero, Gerardo Fernández Albor, el secretario general, Alberto Ruiz Gallardón, y en los demás miembros de la dirección del partido. 3. Pedir que Fernández Albor que convoque al comité ejecutivo "en un plazo prudencial" para que el comité adopte las medidas oportunas y las proponga a la junta directiva".

La unanimidad fue la tónica a la hora de votar cada punto, excepto en el último, donde se registraron dos abstenciones. Uno de los que se abstuvo fue el secretario general de AP, en Castilla-La Mancha, Arturo García Tizón, quien solicitó la "inmediata" convocatoria del comité ejecutivo, aparentemente para evitar maniobras y luchas por el poder en el entretanto.

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Gerardo Fernández Albor, como responsable interino del partido, compareció anoche, acompañado del secretario general, Alberto Ruiz Gallardón, y del secretario general adjunto, José María Aznar, para dar cuenta a la Prensa de lo tratado en la junta, aun que advirtió que las deliberaciones de ésta "son secretas". Los tres mostraban la preocupación en los rostros, especialmente Ruiz Gallardón, quien se hallaba patentemente nervioso.

Fernández Albor admitió implícitamente la dificultad de lograr que Fraga regrese a la presidencia de AP, aunque recalcó: "Vamos a intentarlo". Una representación de la Junta Directiva Nacional, informó, acudirá hoy o mañana a entrevistarse con Fraga, para trasladarle los acuerdos de la junta, y "rogarle que siga", en palabras de aun dirigente aliancista.

Congreso extraordinario

Según Fernández Albor, y también de acuerdo con testimonios de otros asistentes, en la reunión de la junta directiva de ayer no se habló de un eventual congreso extraordinario, no se barajaron nombres de sucesores de Fraga, aun a título provisional, ni se propusieron nombres para llenar la vacante dejada en el comité ejecutivo por el fallecido José María Ruiz Gallardón. De acuerdo con el resumen hecho por un asistente, "el único proyecto que parece tener el partido es la vuelta de Fraga, algo que, por otra parte, todos saben que es imposible". Según Fernández Albor, no se produjeron más dimisiones en la junta directiva. Fraga acudirá hoy, presumiblemente a la reunión semanal del Grupo Parlamentario Popular, que él aún preside, aunque se considera probable que también presente su dimisión de este cargo, lo que tampoco le será aceptado.

Por otra parte, hasta que la Junta Directiva Nacional no acepte la dimisión de Manuel Fraga, no se pueden poner en marcha las previsiones sucesorias contenidas en los estatutos del partido.

Sin embargo, existen ya diversas operaciones que tratan de asegurar la sucesión de Fraga. Desde los partidarios de Miguel Herrero Rodríguez de Miñón hasta los del presidente de AP de Andalucía, Antonio Hernández Mancha, la gama de operaciones es infinita.

La candidatura de Herrero fue lanzada el mismo lunes desde la propia sede de AP, pero ayer el secretario general del partido, Ruiz Gallardón, aseguró que Herrero "tiene tantas posibilidades como cualquier otro".

"Hoy [por ayer] no era el día propicio para presentar propuestas alternativas", dijo uno de los hombres más próximos a Herrero, quien también admitió que el clima reinante en la junta directiva podría incluso llegar a impedir que estas propuestas llegasen a formularse.

Los vicepresidentes Alfonso Osorio y Fernando Suárez parer cen hallarse "fuera del juego" sucesorio, en expresión de un dirigente aliancista. Y, desde luego, nadie piensa que el también vicepresidente Gerardo Fernández Albor, enfrentado a graves problemas en la presidencia de la Xunta gallega, pueda pilotar un período transitorio hasta la celebración de un eventual congreso extraordinario.