La continuación de la política de reconversión está condicionada por la CE, según Croissier

Luis Carlos Croissier, ministro de Industria y Energía, afirmó ayer que la continuación de la política de reconversión está condicionada por la normativa y distintas directivas de la Comunidad Europea (CE), por lo que es descartable cualquier ajuste que no sea "en sectores con problemas estructurales que ya hayan sido abordados en una primera fase", tales como el siderúrgico y el naval. Croissier, que intervino ayer ante la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), desestimó la solicitud de nacionalización del grupo ITT-España.

El ministro de Industria y Energía, en su primera aparición ante un grupo de empresarios, reiteró la exposición ya hecha ante el Parlamento de su futura política industrial y energética, en un esfuerzo, dijo, de "concienciar a los agentes afectados de que muchas de las decisiones en el campo industrial y energético están condicionadas por el marco comunitario".Así, Croissier se refirió a los sectores siderúrgico y naval, donde se trata de obtener un período más largo de adaptación a la disciplina comunitaña , al tiempo qu e antinciaba que el campo de ayudas disponibles en otros sectores industriales está limitado a los apoyos laborales institucionales. El titular de Industria defendió una política de "ajuste permanente" donde sea necesaria.

Croissier descartó cualquier "vuelta atrás" en la cuestión de las viejas ayudas a la exportación, como eran la desgravación fiscal o la compensación de gravámenes interiores, y sefialó que la recuperación de la competitivadad, parcialmente perdida por la adhesión a la CE, tendrá que venir por el camino de la reducción de costes y de la modernización.

Croissier admitió que la adhesión a la CE ha tenido un "impacto negativo" sobre la economía española, pero advirtió que "este hecho ya se daba por supuesto". "Lo importante aquí", añadió, "es que este impacto se ha conseguido suavizar gracias a una coyuntura económica favorable, con precios del petróleo bajos, tipos de interés reducidos y con un tipo de cambio real que no es del todo adverso".

Croisssier se mostró contrario, en este sentido, a medidas coyunturales para corregir la pérdida de competitividad del sector industrial y abogó, en cambio, por el mantenimiento de la política anti-inflacionista.

En cuestiones concretas, el ministro de Industria reiteró su intención de mantener la política de vigilancia en el frente energético y defendió el proceso de saneamiento del sector eléctrico, con unos aumentos de tarifas que tengan en cuenta la situación financiera del sector. Croissier también se refirió a la negociación con el grupo ITT-España. Reveló una aparente solicitud de nacionalización del grupo, que descartó, y dijo que el ministerio está a la espera de que el grupo francés CGE aporte fondos y continuidad de productos.