Un ataque con morteros contra una comisaría de policía de Irlanda del Norte causa 39 heridos

Treinta y nueve personas, entre ellas una niña de cuatro años y dos mujeres embarazadas, resultaron heridas como consecuencia de un ataque con morteros, cuya paternidad no ha sido todavía reivindicada, realizado contra una comisaría de policía en una zona fronteriza entre el Ulster y la República de Irlanda, según informó ayer la policía.

El blanco del ataque, que nadie duda fue obra de los provisionales el Ejército Republicano irlandés (IRA), fue la comisaría de Newry, una localidad en el condato de Armagh situada a ocho kilómetros de la sinuosa frontera que separa los seis condados del Norte y el resto de Irlanda. Los proyectiles no consiguieron alcanzar el edificio de la comisaría, pero sí algunas casas vecinas y un supermercado que estaba lleno de gente.La comisaría del Royal Ulster Constabulary -la fuerza de policía local- en Newry es uno de los blancos favoritos de los provos del IRA, que pretenden la unificación del Ulster con el resto de Irlanda y la expulsión de los británicos. En los últimos 21 meses, la comisaría ha sufrido seis ataques con morteros En uno de los atentados, nueve policías perdieron la vida al al canzar un proyectil en la canti na donde se encontraban tomando el té.

La policía informó que seis morteros de fabricación casera fueron disparados desde una furgoneta estacionada a unos 200 metros de la comisaría Ninguno de los proyectiles alcanzó el blanco. Se estrellaron contra las casas circundantes y un supermercado. Un total de 39 personas fueron atendidas en el hospital local de heridas de diversa consideración, entre ellas una niña de cuatro años que fue operada tras ser alcanzada por varios trozos de metralla en la cabeza.

El primer ministro irlandés, doctor Garret Fitzgerald, y el secretario de Estado británico para Irlanda del Norte, Tom King, condenaron "la carnicería sin sentido" causada por el atentado.