González aplaza los cambios de altos cargos de la Administración

El Gobierno ha aplazado, probablemente hasta comienzos del mes próximo, el reajuste en los segundos escalones del Ministerio de Economía y Hacienda, así como la sustitución de algunos altos cargos de Interior, dijeron medios de la Moncloa. El presidente del Gobierno, Felipe González, tiene la intención de resolver enfrentamientos y disfunciones en el Gabinete mediante la sustitución de algunos cargos en los segundos escalones de la Administración; contra lo que en algún momento se pensó el pasado mes de julio, con la formación del Gobierno poselectoral, ahora se descarta cualquier remodelación a corto o medio plazo en las cabezas de los ministerios. Pero, en cambio, se consideran muy probables sustituciones de otros altos cargos en departamentos claves, como Economía, Interior y, posiblemente, Exteriores.El reajuste de altos cargos en Economía tendrá carácter "inmediato", dijeron portavoces gubernamentales, no descartándose que pueda producirse, incluso, en el próximo Consejo de Ministros. La gran incógnita se sitúa en torno a la permanencia o no del secretario de Estado de Hacienda, José Borrell, quien mantiene enfrentamientos con otros altos cargos del departamento.

En el Ministerio de Administraciones Públicas, dirigido por Joaquín Almunia, y del que depende María Izquierdo, se cita a Borrell como responsable de los enfrentamientos entre ambos departamentos, a causa de la no adscripción al ministerio de Almunia de la Dirección General de Gasto de Personal, que maneja más de dos billones de pesetas anuales (el tema puede quedar solucionado, no obstante, mediante una enmienda socialista a los Presupuestos en el Senado).

Se considera seguro el cese del secretario de Estado de Comercio, Luis dé Velasco, de quien se había especulado que podría pasar a la Secretaría de Estado de Deportes. Fuentes gubernamentales consideran, sin embargo, "muy improbable" que esta hipótesis llegue a verificarse. Junto a De Velasco, cesará un número importante de otros altos cargos del ministerio que encabeza Carlos Solchaga, donde el secretario de Estado de Economía, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, se perfila como el hombre fuerte del departamento.

En el departamento de Interior se considera probable el próximo cese -del director general de Política Interior, Rafael de Francisco -uno de los tres directores generales que habían quedado intocados tras la remodelación emprendida hace tres semanas-, a quien se responsabiliza de la contratación del líder musulmán de Melilla Aomar Mohamedi Dudú como asesor del ministerio que encabeza José Barrionuevo.

Aunque tampoco exista confirmación oficial, se asegura que la secretaria general técnica del departamento, Carmen Briones, tiene intención de dimitir a corto plazo.

La alcaldía de Yáñez

Un reajuste en los segundos escalones de Exteriores puede aplazarse hasta comienzos del año próximo, según los medios gubernamentales consultados. La sustitución más importante podría afectar al secretario de Estado de Cooperación Internacional, Luis Yáñez, quien, como presidente de la Comisión Nacional del V Centenario, mantiene fuertes divergencias con el comisario de la Expo 92, Manuel Olivencia, a quien Felipe González reiteró el jueves su confianza.Un sector de la cúpula del PSOE considera la posibilidad de que Yáñez sea el candidato a la alcaldía sevillana en las próximas elecciones de junio, hipótesis que no es bien vista por el presidente de la Junta andaluza, José Rodríguez de la Borbolla.

Asimismo, en medios del palacio de Santa Cruz se apunta la posibilidad de que el secretario general de Política Exterior, Máximo Cajal, entre en una próxima quiniela diplomática y pase a desempeñar la Embajada de España en Washington, si bien estas fuentes advirtieron que "el tema no está, ni mucho menos, cerrado".

Los medios consultados restaron importancia a las discrepancías surgidas en el seno del Gobierno en torno a los nombramientos en RTVE a raíz de la designación de Pilar Miró como directora general del Ente.

"Ésas son más bien cosas de partido", dijo ayer un ministro, aludiendo a la escasa simpatía que, en privado, muestran algunos miembros de la ejecutiva del PSOE hacia la figura de Miró. Sin embargo, este mismo miembro del Gabinete admitió la influencia que parece tener el portavoz gubernamental y ministro de Cultura, Javier Solana, en el nombramiento de algunos de los altos cargos de RTVE aparentemente merios gratos a Alfonso Guerra.

También admitió la existencia de "puntos de vista diferentes" en la Moneloa a la hora de redactar la regulación de la televisión privada, cuyo proyecto "debe estar concluido en enero o, lo más tarde, en febrero".