Electores vascos

El interés de los españoles por las próximas elecciones en el País Vasco es probablemente muy superior al que despiertan las elecciones en las restantes comunidades autónomas.El electorado vasco está formado, según -la encuesta Data 1979, que cita Linz en Conflicto en Euskadi, por un 40% de electores que se sienten vascos; un 12% que se consideran más vascos que españoles; 27%, tan españoles como vascos; 6%, más espáñoles que vascos, y 15%, españoles.

Los nacionalistas históricos afirman que no aceptan la Constitución de 1978 u otra cualquiera que no reconozca la soberanía del pueblo vasco para decidir libremente su futuro, que no excluye la posibilidad de confederación o asociación como Estado libre con la Monarquía española.

ETA, partido socialista revolucionario que dice luchar por la liberación de Euskadi y del pueblo trabajador vasco, ha acabado en banda de malhechores,pero su alternativa KAS no difiere prácticamente de los programas de los nacionalistas que rechazan sus asesinatos y secuestros. Herri Batasuna hace suya esta alternativa y apoya la violencia de ETA, que a algunos intelectuales del País Vasco les parece que puede justificarse, con palabras de Muste citadas por Chomsky.

Ante esta situación, creo que, pasados ya siete años desde que se votó el estatuto de autonomía que siguió a la Constitución de 1978, sería bueno negar a ETA sin ambigüedad alguna la función política que se atribuye y que no tiene cabida en un Estado de derecho, y sustituir el rechazo de la Constitución por una aceptación crítica que proponga las modificaciones que harían más plena su adopción.

Evidentemente, el resultado de las próximas elecciones no resolverá el conflicto en Euskadi, pero podrá ayudar a que la mayoría del pueblo vasco y la del resto del pueblo español, que no son extremistas y rechazan las violencias de los rebeldes y también las posibles violencias institucionales, encuentren una solución dentro de la democracia, que es una escuela de paciencia practicada con libertad